Falta de recursos ahoga a refugiados

Falta de recursos ahoga a refugiados

La falta de recursos e infraestructura tienen en jaque a los inmigrantes que piden refugio en México, hasta el momento hay 22 mil 137 personas que esperan ese estatus, situación que podría tardar hasta cinco años.

La Comisión Mexicana de Atención a Refugiados (Comar) es la instancia responsable de resolver esta crisis que se agudizó en lo que va del año con un incremento de 400 por ciento mensual en comparación con 2018, pero no cuenta con el personal suficiente, oficinas y mucho menos con el dinero para resolverlo.

Su titular, Andrés Ramírez Silva, explica a El Heraldo de México que el presupuesto para este año es de 20.8 millones de pesos, cuando lo que requieren son más de 100 millones de pesos por año.

Existe la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de incrementar el presupuesto, pero todavía no se materializa, por lo que los más de 22 mil solicitantes que pidieron refugio, en algunos casos desde 2017, están en el limbo.

“De continuar con las limitaciones reales que tenemos de capacidad y presupuesto, nos llevaría cinco años atender el rezago que tenemos”, asegura. Esto significa que los migrantes deberán esperar todo ese tiempo para que México decida si será su país de refugio, con una situación legal y social incierta.

Ramírez Silva explica que por ley cada solicitud tarda tres meses como máximo en dar respuesta, pero tras el terremoto de 2017, por el que la Comar se quedó sin oficinas, tuvieron que pedir un Acuerdo de Suspensión, a fin de extender el plazo de tres meses hasta un tiempo “sin límite”.

“Las oficinas de la Comar quedaron dañadas y muchos archivos se perdieron, eso empeoró el proceso de trámite. No sería justo saltarse a los solicitantes de años anteriores como 2017 y 2018 que siguen esperando una respuesta sobre si situación migratoria”, detalla.

En ese sentido y con el incremento de solicitudes, la Comisión Nacional de Derechos Humanos(CNDH) recomendó a la Comisión Mexicana de Atención a Refugiados eliminar de una vez por todas el Acuerdo de Suspensión para dar celeridad a los procesos.

“Le hicimos ver a la CNDH nuestra capacidad operativa y que, si levantábamos de sopetón la suspensión, no podríamos cumplir los plazos que marca la ley, de los tres meses.

“La capacidad operativa de la Comisión está limitada porque debe tener más plazas laborales, que son las únicas facultadas para desarrollar las entrevistas y sellar las solicitudes…, y tuvimos que decir la verdad, y lo que vamos a hacer es un plan para poder cumplir con el levantamiento del acuerdo de suspensión”, detalla el doctor en economía y exmiembro de Naciones Unidas, aunque reconoce que no será fácil.

Desde su oficina ubicada en el quinto piso de Versalles 49, en la colonia Juárez, Andrés Ramírezcomparte su estrategia.

Como número uno, establece la contratación de, al menos, 60 trabajadores que sean directos de la Comar, pues actualmente tienen ese número de empleados prestados de la Frontera Sur, a quienes les paga este organismo.

Segundo, crecer en cuanto a infraestructura, pues sus oficinas están saturadas. La Comar se divide en cuatro secciones: CDMX, Chiapas, Veracruz y Tabasco. En el caso de la Ciudad de Méxicoatiende a 25 entidades, del centro y norte, mientras que los otros tres estados ven a siete, que son las zonas más concurridas ubicadas en el sur del país, en esos casos los trámites van al corriente.

Según el titular de la Comar, los 100 mdp ya están aprobados, al igual que las 60 plazas y las nuevas sucursales, sin embargo, aún no han una fecha para que esto se cumpla.

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