Primer grito de la 4T

Primer grito de la 4T

Sí fueron 20 vivas y el que mayor estruendo causó fue el último ¡viva México!

Con el primer Grito de Independencia que encabezó como presidente constitucional, Andrés Manuel López Obrador cumplió uno de sus principales anhelos políticos y se conmovió.

A las 23:00 horas, se abrió el balcón central de Palacio Nacional y apareció el mandatario, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez, para ondear la bandera mexicana y dar sus 20 vivas.

Un día antes, el anuncio de dos decenas de vitoreos causaron expectativa: en redes sociales el mandatario anunció que “sólo” serían 20, pero sin decir cuáles eran.

Además de los tradicionales vivas que se dan en todos los Gritos, él agrego por los héroes anónimos, las comunidades indígenas, por la fraternidad univeresal y por la grandeza cultural de México y por la paz.

Además, hubo varias novedades en el Grito de la Independencia con el sello de la 4T: el primero, que el Presidente estuvo acompañado sólo por su esposa en el balcón central, y no por su familia completa.

En ventanales laterales izquierdos estuvieron Marcelo Ebrard y su esposa, Rosalinda Bueso; y el secretario de Hacienda, Arturo Herrera y su esposa.

En el siguente balcón, Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno de la capital; el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, y las presidentas del Congreso, la senadora Mónica Fernández y la diputada, Laura Rojas.

Los hijos del Presidente estuvieron mucho más lejos, casi en los ultimos balcones, cerca del edificio de la Suprema Corte.

Tras los vítores y antes de los fuegos artificiales, hubo un momento espontáneo en el que una parte de las 130 mil personas que había en la Plaza de la Independencia comenzaron a gritar:

Presidente, Presidente”; “sí se pudo, sí se pudo”, “no estás sólo”, y “es un honor estar con Obrador”.

López Obrador agradeció el gesto desde el balcón central, donde se encontraba vestido de traje oscuro y con corbata guinda, con la Banda Presidencial —como lo obliga el protocolo—, lo acompañó su esposa, quien vestía de verde.

Desde las 15:00 horas, el Zócalo comenzó a llenarse de quienes buscaban un buen lugar frente al balcón principal de Palacio Nacional, para escuchar un grito distinto a los que ya ha dado López Obrador, como dirigente de Morena o como “Presidente Legítimo”.

De aquellos tiempos del gabinete legítimo, algunas cosas han cambiado: Claudia Sheinbaum lo acompañó, pero como jefa de Gobierno de la Ciudad de México y no como Secretaria del Patrimonio Nacional.

Octavio Romero Oropeza es ahora director de Pemex y no secretario de Honestidad y Austeridad Republicana; José Agustín Ortiz Pinchetti hoy es titular de la Fepade y no canciller.

Tras los fuegos pirotécnicos, en el interior de Palacio Nacional, se llevó a cabo la tradicional verbena, tipo kermés, con antojitos mexicanos y aguas frescas, que pudieron disfrutar los invitados del presidente, como el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, o la secretaria de Energía, Rocío Nahle, o el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett por nombrar algunos de los asistentes a Palacio.

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