Vergonzosa actitud de López Obrador de no invitar a su gira por Chihuahua al gobernador de esa entidad

Vergonzosa actitud de López Obrador de no invitar a su gira por Chihuahua al gobernador de esa entidad

Muy mal, pero muy mal, se vio el Presidente Andrés Manuel López Obrador al no invitar a su gira por Chihuahua al gobernador Javier Corral, argumentando que no hay una buena relación entre ellos por el conflicto de la presa La Boquilla, donde los campesinos ya no quieren que se le entregue agua a Estados Unidos y ya hasta hubo una mujer que murió en un enfrentamiento entre fuerzas federales y agricultores.

      Este tipo de actitudes no están a la altura de un jefe de Estado, de un Presidente de la República que tiene la obligación de tratar con todos los gobernantes de las entidades del país, sin hacer distingos de ningún tipo ni restarles la importancia que tienen como la máxima autoridad de sus entidades.

     Se supone que cuando AMLO accedió al poder debió quitarse los colores de su partido Morena y ser un gobernante para todos los habitantes, sin importar partidos ni mucho menos ideologías.

     Sin embargo, vemos que el cargo le está quedando muy grande a nuestro presidente, quien no ha asumido el papel que le corresponde y sigue actuando sin asumir la investidura como el máximo representante de todos los mexicanos.

     Este tipo de actitudes, de menospreciar a una autoridad de un estado como Chiahuahua, sólo deja ver a un hombre que hace berrinches y se deja llevar por sus sentimientos de revanchismo, cuando su actitud debería ser de diálogo, comprensión y sobre todo, de buscar la mejor solución para los chihuahuenses y la relación con Estados Unidos, ya que hay un convenio muy antiguo en que México se comprometió a entregar cierta cantidad de agua que proviene de la citada presa.

     Aquí no se vale actuar como niños enojados y buscar la división, porque esto en vez de ayudar, hará que empeoren las cosas y todas las partes saldrán perdiendo.

     Ya basta de esas actitudes simplonas que AMLO toma en sus mañaneras cuando quiere criticar a alguien y su frasecita esa de que «ahora me quito la investidura de presidente… hace la crítica y luego afirma… y ahora me la vuelvo a poner».

     La realidad es que a dos años de su gobierno, la mayor parte del tiempo se la ha pasado dividiendo a los mexicanos y creando rencores en diversos sectores de la sociedad. Todo indica que nos hemos encontrado con un hombre que es rencoroso y vengativo, y esto perjudica, y mucho, a México.

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