Panteones trabajan a tope, durante pandemia

Panteones trabajan a tope, durante pandemia

La afluencia en los panteones de la Ciudad de México creció con el aumento de muertos por COVID-19.

En la entrada de los cementerios, los autos intentan acomodarse para ingresar mientras las carrozas entran y salen intermitentes, en algunos casos para ir al crematorio y en otros para la inhumación.

Las flores y coronas aparecen y, en contraste, dan colorido a la tristeza que acompaña a los deudos para dar el último adiós.

Algunos con tapabocas y otros sin preocuparse por el SARS CoV2, escoltan el cortejo fúnebre a paso lento, hasta llegar al punto final en donde se escucharán las últimas palabras, aventarán a las fosas un puñado de tierra y darán sepultura.

A las afueras del panteón de San Nicolas Tolentino, a la espera de que le entreguen las cenizas de su mujer, quien falleció por COVID, Luis Tapia, comentó a El Heraldo de México que tardo dos días en encontrar un lugar para poder cremarla por lo que tuvo que velarla en su domicilio.

En la funeraria la tenían que sacar y no había a donde llevarla, por lo tuvimos que velarla una noche”, indicó Luis.

En las alcaldías aseguran que cuentan con fosas y espacio suficiente para atender la demanda, como lo señala la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, quien reconoce que por el uso constante, los hornos crematorios han disminuido su potencial, por lo que se prevé reducir las cremaciones, sin dejar de atender a la población.

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