Evo desdeña restricciones

Evo desdeña restricciones

El expresidente boliviano Evo Morales cuestionó ayer al gobierno interino de Jeanine Áñez, desde Argentina, a donde arribó la víspera, a pesar que se le pidió no hacer declaraciones políticas debido a su calidad de refugiado.

“El gobierno de facto de Áñez, (Luis Fernando) Camacho y (Carlos) Mesa pretende volver al pasado. Hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales. Están preparando el retorno del FMI (Fondo Monetario Internacional)”, aseveró Morales.

El exmandatario recordó que “el pueblo boliviano, junto al proceso de cambio, luchó por recuperar” los recursos naturales de su país.

Morales difundió ese y otros mensajes desde Argentina, donde llegó el jueves y pidió ser acogido como refugiado. El gobierno del peronista Alberto Fernández, quien asumió el pasado martes la Presidencia, dijo que aceptaba la solicitud, al considerarlo un “perseguido”, pero con la condición de que no haga declaraciones políticas.

El nuevo canciller argentino, Felipe Solá, advirtió que el Ejecutivo argentino no quiere que Morales —que fue nombrado por su partido Movimiento al Socialismo, jefe de campaña para las nuevas elecciones en el país para 2020— ni el resto del equipo que lo acompaña “usen” Argentina para hacer política.

Ayer mismo, el gobierno interino de Bolivia le recordó a Morales que no debe hacer política: “Él (Morales) estaría absolutamente prohibido, inhibido, de emitir opinión política contra el país que supuestamente lo persigue”, aseguró la ministra de Exteriores interina de Bolivia, Karen Longaric, en una rueda de prensa en La Paz.

La canciller boliviana se limitó a decir que el trámite de refugio en Argentina “tiene muchas más restricciones” que las de asilo que solicitó para su estadía en México.

El traslado de Morales desde México a Argentina obedece a su intención de estar más cerca de Bolivia y mediante ello tener mayor contacto con los dirigentes de su partido.

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