Nada frena la violencia

Nada frena la violencia

SANTIAGO. No fueron suficientes las disculpas de Sebastián Piñera, los chilenos se lanzaron ayer nuevamente a las calles en el sexto día de protestas, que ya dejan 18 personas muertas, entre ellas un menor, debido a que la agenda social presentada por el Presidente no acabó de convencerlos.

Se trata de una nueva jornada de manifestaciones desde que en la noche del pasado viernes comenzase un estallido social sin precedentes en el país, en cuyo marco se han producido también graves incidentes violentos que hasta la fechan han causado la muerte de al menos 18 personas.

El menor, de cuatro años, y un hombre murieron cuando un conductor que se encontraba en estado de ebriedad embistió su vehículo contra un grupo de manifestantes. La tercera persona falleció tras recibir una golpiza por parte de la Policía.

VALPARAÍSO. TAMBIÉN SE REGISTRARON AYER VARIOS DISTURBIOS EN ESA ZONA DE CHILE. FOTO: REUTERS

Gran parte del país sigue en estado de emergencia bajo control del ejército y con toques de queda cada noche en varias comunas y ciudades.

Precisamente el papel del ejército está siendo muy cuestionado estos días, en los que se difunden por redes socialesmultitud de videos que muestran presuntos abusos cometidos por los uniformados.

En esta jornada, la expresión de los miles de manifestantes es principalmente pacífica y festiva hasta el momento, lejos de las imágenes de enfrentamiento con fuerzas del orden que se vieron durante el fin de semana.

La masa ciudadana copa la céntrica Plaza Italia de Santiago y las calles aledañas, la carretera principal de Valparaíso, el muelle de Iquique o la Plaza de Armas de Curicó, entre otros puntos del país.

El modelo privatizado de pensiones, el precario sistema de salud o los bajos salarios son algunos de los motivos que han hecho a la población chilena lanzarse a la calle para exigir cambios.

Piñera dijo el pasado martes haber tomado nota de los reclamos, pidió perdón por no haberse dado cuenta antes y anunció una serie de medidas para aumentar el aporte estatal de las pensiones, abaratar medicamentos o aumentar el salario mínimo.

Ello no impidió que la ciudadanía volviera ayer a la calle en una jornada en la que varias organizaciones sindicales y sociales habían convocado una huelga nacional.

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