En el ring, una fue la ruda, la otra la técnica
En la primera de tres caídas, el tercero en discordia se centró en criticar la vieja política
El primer debate presidencial fue el escenario en el que participaron dos candidatas que se acusaron de “corruptas” y se endilgaron adjetivos para descalificarse mutuamente, en lo que resultó también el primer encontronazo de una batalla pactada a tres caídas.
Xóchitl Gálvez jugó el papel de la luchadora ruda, mientras que Claudia Sheinbaum trató de mantenerse como la técnica dentro del ring del debate en el INE.
Jorge Álvarez Máynez, tercero en discordia, se dedicó en tanto a criticar la “vieja política” que, subrayó, está representada por sus dos adversarias.
Hasta en su llegada a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral, que por primera vez fue sede de un debate presidencial, los candidatos marcaron sus diferencias e imprimieron su sello particular.
De acuerdo con el orden sorteado, la primera en llegar fue la morenista Claudia Sheinbaum, a las 17:44 horas, en un vehículo sedán. Una hora después arribó Xóchitl Gálvez pedaleando su bicicleta, mientras que Álvarez Máynez, a quien esperaban a las 18:20, llegó 33 minutos tarde a bordo de su Fosfobús, acompañado de su familia.
Desde el inicio del debate, que duró casi dos horas, la candidata opositora tomó la iniciativa de lanzarse a la ofensiva contra la exjefa de Gobierno, con casos como el colapso de la Línea 12 del Metro y del Colegio Rébsamen, en los que, puntualizó, no se ha hecho justicia.
“Mentirosa”, respondió Sheinbaum, al tiempo que Gálvez le reprochaba su nula empatía con las víctimas de esas tragedias. “Claudia, no tienes corazón. Yo te llamaría la dama de hielo”, soltó la aliancista, tratando de sacarla de sus casillas.
“¿Cómo creerle a una mentirosa?”, insistió Sheinbaum Pardo, quien buscó mostrar a Xóchitl como una política corrupta. “Yo vivo en un departamento rentado, ella vive en una casa del Cártel Inmobiliario”, recalcó al pasar a la contraofensiva.
Durante el debate hubo una falla y confusión con el reloj que se utilizó para que los candidatos administraran su tiempo. En una de sus intervenciones, Álvarez Máynez se quejó de que no lo tenía a la vista y Sheinbaum puso en duda la equidad en el tiempo disponible e, incluso, acusó a la candidata de la oposición de influir en el manejo del reloj.
“Hasta la bolsa de tiempo se quiere robar”, dijo Sheinbaum.
En su última intervención, los abanderados pidieron el respaldo de la ciudadanía y ofrecieron un México mejor, pero al hablar de su propuesta Gálvez presentó una Bandera mexicana con el Escudo Nacional de cabeza, que diría después, fue en señal de protesta.
“Esta Bandera no se la quitaré a nadie, esta Bandera la defenderé de los corruptos, de los delincuentes. La Bandera de México nos cobijará a todos, nos cobijará en unidad, nos cobijará en paz. Voy a defender a México, por ti y por tus hijos”, afirmó.
Al final, los tres candidatos, por separado, se presentaron ante los medios de comunicación. Sheinbaum y Álvarez Máynez se declararon ganadores, mientras que Gálvez se dijo satisfecha y aseguró que Claudia Sheinbaum no tiene la capacidad y no será presidenta. El líder panista Marko Cortés aseguró que la candidata opositora fue la clara vencedora.
Cada uno de los abanderados pudo llevar a cerca de 40 invitados, entre colaboradores, dirigentes partidistas y familiares.
Con Claudia Sheinbaum llegó su esposo, Jesús María Tarriba, mientras que dentro de las instalaciones del INE la esperaba su madre, Annie Pardo Cemo. También la acompañaron los líderes de Morena, del Partido Verde y del Partido del Trabajo, además de las corcholatas perdedoras de la contienda interna en Morena, salvo Marcelo Ebrard, quien no asistió.
Xóchitl Gálvez estuvo acompañada por los dirigentes del PAN, PRI y PRD y los integrantes de su equipo; tuvo como invitados especiales a Mireya, mamá de Paola, una de las niñas fallecidas por el colapso del Colegio Rébsamen; María Isabel, madre de Brisa, una niña que padece cáncer; Daniel, una víctima de la caída de la Línea 12 del Metro, y Ceci Flores, madre buscadora de Sonora.
A pesar del acuerdo para que ningún consejero electoral estuviera dentro del salón del Consejo General, donde se realizó el debate, la consejera presidenta Guadalupe Taddei y los consejeros Norma de la Cruz, Rita Bell López y Jorge Montaño decidieron ingresar, lo que fue criticado por otros de sus compañeros, como Carla Humphrey.