158 Aniversario de Tezontepec de Aldama
El sábado 27 de mayo del año en curso el Presidente Municipal de Tezontepec de Aldama, Santiago Hernández Cerón en coordinación con la Casa de la Cultura dieron inicio a las actividades planeadas para celebrar el 158 Aniversario de la fundación del Municipio.
Esta vez no voy a referirme a la serie de eventos artísticos deportivos y culturales que se llevaron a cabo durante una semana; sino al error histórico en que incurrieron dichas autoridades al confundir el 4 con el 8.
Según la enciclopedia electrónica Wikipedia se desconoce la fecha exacta de la fundación de Tezontepec, solo que a raíz de la conquista de los españoles la localidad se incorporó al sistema jurídico de la Corona española, tiempo durante el cual dependio de la Alcaldía de Pachoacan (Pachuca) y fue hasta 1869 que adquirió el status de Municipio con la creación del Estado de Hidalgo, bajo el gobierno liberal de Benito Juárez García un 15 de enero de 1869.
Lo que resulta más lógico, porque en 1865 el territorio mexicano se encontraba administrado por el gobierno imperialista de Maximiliano de Hasburgo, quien aceptó gobernar México el 10 de abril de 1865, empresa política que termino con su fusilamiento y el de sus principales generales el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas en Querétaro. En resumen, Tezontepec de Aldama existe como Municipio desde hace 154 años y no 158 como lo anunciaron con bombo y platillo las autoridades municipales. El Municipio no puede ser anterior a la creación del estado, sino al revés.
Con el fusilamiento del monarca austriaco en Querétaro terminan los intentos de los conservadores por instaurar un imperio europeo en México y se inaugura una nueva era de gobierno conocida como república restaurada que adopta el sistema federal como forma de gobierno.
El Municipio es una creación del Estado, son la base del sistema federal de acuerdo al artículo 115 constitucional. El sistema federal para su organización política y administrativa está dividido en tres estructuras de gobierno: federal, estatal y municipal.
Sin embargo, en México los municipios por disposición del artículo 115 Constitucional son gobernados por una junta denominada Ayuntamiento que engloba a los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, lo cual –según los expertos- se contradice con los artículos 49 y 115 párrafo I, el primero prohíbe que dos o más poderes se reúnan en una sola persona o corporación y el segundo deposita el ejercicio de los tres poderes en el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento es una corporación integrada por el Presidente Municipal, Regidores y Síndicos, es la Junta o corporación responsable de hacer los tres reglamentos, dirigir la administración pública y de impartir justicia Municipal. De acuerdo a lo anterior el gobierno Municipal es diametralmente distinto a los gobiernos de la federación (estados).
El Ayuntamiento es una figura jurídica heredada de la administración política de la Corona española y el Municipio es una invención del sistema federal anglosajón. De ahí su contradicción.
El Municipio es una entidad autónoma con autoridades políticas propias, pero facultades solamente administrativas. En ese sentido se encuentra atado de manos y subordinado al estado.
¿QUÉ VENTAJAS Y DESVENTAJAS OFRECE ESTA FÓRMULA?
Ese es un tema prioritario que los legisladores del Congreso deberían de abordar en la próxima reforma del Estado con el fin de evitar la mala administración de recursos municipales, evitar los cacicazgos, la corrupción y el desvió de recursos por parte de funcionarios públicos.
En el ámbito judicial, la impartición de justicia deja mucho que desear actualmente, la violencia tiñe de rojo todo el territorio mexicano hasta el Municipio más recóndito, sin que las autoridades municipales ejerzan la justica. Solo impera la impunidad ante todo tipo de delitos incluyendo los crímenes violentos que no se investigan.
La administración pública que los Presidentes municipales ejercen se presta a hacer de cada municipio un feudo de los funcionarios en turno. Cada 3 años que termina una administración se llevan hasta la silla donde se sentaron, incluyendo archivos. No hay continuidad de proyectos y cada quien gobierna como se le ocurre; incluso puede cambiar fechas históricas para adaptarlas a sus intereses particulares.