La montaña de irregularidades en los consultorios de las farmacias: “No es médico, es enfermero y le prestan una cédula para recetar”
EL PAÍS accede a un grupo de Facebook donde los médicos cuentan las oscuras prácticas en la contratación, los abusos de los dueños de las farmacias y la presión para prescribir medicamentos innecesarios o incluso a punto de caducar
Es uno entre miles de grupos privados de Facebook. Pero este tiene la particularidad de que todos los integrantes son médicas y médicos, y los puestos de trabajo que mayoritariamente se ofertan son para atender consultorios adyacentes a farmacias, el escalafón más bajo y barato en los servicios de salud en México. Y a la vez, de los mas utilizados por la población para cubrir las lagunas de la insuficiente cobertura del sector público.
Hay más de 52.000 personas en el grupo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, y los trabajos en estos consultorios se intercambian como si fueran ropa de segunda mano, como una bata blanca que se va pasando de galeno en galeno.
La mayoría de los integrantes son médicos que se preparan para su residencia o que no encontraron plazas para laborar en el sector público y toman estos trabajos como una alternativa económica. Pero en el grupo, además de las ofertas de empleo, también se comparten las irregularidades en la contratación de médicos, los abusos cometidos por dueños y encargados de farmacias, y la constante presión para prescribir medicamentos innecesarios o incluso a punto de caducar a cambio de obtener comisiones de venta.
“Estamos solicitando médicos para consultorio anexo a farmacia. Sólo el día sábado. Se aceptan médicos en proceso de titulación o con precédula”, dice una publicación que ofrece un puesto en Cuautitlán Izcalli, un municipio popular en el Estado de México.
Otra publicación, hecha por un médico, narra: “Hace no mucho empecé a trabajar en un consultorio anexo a farmacia, estamos otro ‘doctor’ y yo en turnos de 24 horas. Lo pongo entre comillas porque me enteré que no es médico, sólo enfermero y dice que está estudiando medicina en línea (…) y las recetas las hace a nombre de otro doctor que le presta la cédula”.
El relato agrega: “Hace no mucho le recetó amikacina (un antibiótico) a dosis máximas a una niña de 4 años para una ‘faringitis’ porque según él era el único antibiótico inyectable en la farmacia anexa al consultorio. Ese es otro problema, el dueño de la farmacia nos ha pedido que haya un mínimo de medicamentos o de venta por cada consulta”.
“Un engaño”
Hace poco más de un año que el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, admitió que estos consultorios eran “un engaño”, pues atienden padecimientos leves que pueden ocultar problemas de salud mayores. Y aunque admitió que no podían desaparecerlos de tajo, lo deseable era tener una cobertura de salud pública para que no existieran.
“En realidad es un gran engaño. ¿En qué sentido? Los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven problemas de salud de mayor importancia, quizá resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea… Pero alguien que tiene diabetes, hipertensión o una enfermedad pulmonar o una enfermedad cardíaca crónica, como gran cantidad de la población, estos consultorios no le van a resolver o incluso podrían poner en riesgo su salud o su vida”, dijo.
Hasta ahora, ni México tiene un sistema de salud como Dinamarca como lo ha prometido el presidente Andrés Manuel López Obrador, ni estos consultorios han sido regulados, al grado que la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) es incapaz de dar una cifra de cuántos existen en el país, según ha contestado la dependencia a solicitudes de información, vía la ley de transparencia.
Para que un consultorio adyacente a una farmacia opere, debe contar con ‘aviso de funcionamiento’ como primer requisito. Aunque en las solicitudes mencionadas arriba se preguntó a la Cofepris sobre el número total de farmacias de este tipo, la comisión no dio la cifra y se limitó a informar que desde 2016 hasta 2023, se han procesado solamente 2.422 avisos de funcionamiento a nivel federal y en la Ciudad de México, en particular, se han sumado 107 consultorios.
La cifra más cercana, más actualizada, la dio el año pasado la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex): 18.000 consultorios en todo el país que dan al mes, en promedio, 10 millones de consultas.
Según el estudio Aumento en la oferta de consultorios adyacentes a farmacias y atención en servicios públicos en México entre 2012 y 2018, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), publicado a finales de 2020, la proliferación de estos consultorios ha sido tal que su cobertura equivale a medio sistema de salud.
Los tiempos de espera y la calidad de la atención son razones para que los usuarios prefieran estos consultorios, aunque tengan seguridad social o deban pagar por sus medicinas, según el estudio.
El ‘patito feo’ de la salud
La doctora Sandra Patricia Díaz Portillo es investigadora del INSP y autora de dos de los pocos estudios que hay en México sobre este tema: Para estos trabajos, publicado en 2017, entrevistó de manera directa a numerosos médicos, cuyos testimonios siguen vigentes y fueron compartidos por la académica a este medio.
“En la zona metropolitana, en los lugares más céntricos, te piden más documentos oficiales como título y cédula. Pero en consultorios más alejados pueden solamente llegar a requerir que estés como pasante o título en trámite. (…) Muchos consultorios toman a este grupo de personas que están en esta incertidumbre en lo que obtienen sus papeles”, apuntaba un médico de consultorio en Ciudad de México.
“Es por la misma necesidad; eres médico recién egresado, es difícil encontrar un trabajo en un hospital privado y de no ganar nada [. . .] pues le entras mientras consigues otra cosa. Pero yo creo que muchos no están por gusto, están porque no te queda otra y porque poner un consultorio es caro”, contaba otro médico, de 35 años.
La rotación de médicos y la falta de seguimiento a los pacientes, son parte del problema de estos consultorios, señala la doctora Díaz Portillo: “No se le puede dar seguimiento al paciente, muchas veces éste ya no vuelve porque es el consultorio que tenía de paso y hay una rotación muy alta de los médicos, por lo que quizá no le vuelva a tocar con el mismo que le atendió”.
Además, aunque estos médicos intentan hacer un buen diagnóstico y emiten órdenes de laboratorio, no son tomados en cuenta en los servicios públicos.
La especialista explica: “Los centros de salud y hospitales no reciben como válida una referencia de médicos de consultorios adjuntos a farmacia privada. Si un paciente que presenta un evento agudo debido a una condición crónica y va a un consultorio de farmacia, el médico al ver la condición del paciente dice ‘yo lo voy a remitir a un hospital porque necesito que lo vean ya’. Pero en el hospital ven la referencia y dicen no, tiene que venir de un centro de salud”.
A más consultorios, menos servicios públicos
Los estudios del INSP trazan una correlación: en municipios o comunidades con mayor presencia de consultorios de farmacia, hay poca oferta de servicios públicos. Y eso da margen a que dueños y encargados de farmacias abusen en sus ventas.
Un testimonio de Facebook narra una anécdota con la dueña de una farmacia: “En una ocasión me dijo que si podía hacer una prueba de Covid falsa a un paciente. (…) Le gustaba interrumpirte en consulta y decía que te tardabas una hora con cada uno, y pedía que pusiéramos otro medicamento porque el que habíamos mandado no estaba en existencia”.
Los médicos entrevistados por la doctora Díaz Portillo advierten la misma situación:
“Me han llegado a decir: ‘Receta tal suplemento, aunque no lo necesite el paciente’. Yo creo que no debería de ser así. Finalmente el que tiene la responsabilidad con el paciente es uno”. Médico, hombre, 37 años.
“Es horrible, porque entonces la medicina está devaluada, la medicina y el médico, los dos nos sentimos devaluados, nos sentimos usados y el paciente también, igual”. Médico, hombre, 52 años.
La especialista señala que a la par de jóvenes médicos, los consultorios también se han convertido en una alternativa para médicos mayores o desempleados.
“Mi salario es el total de las consultas y procedimientos que se realizan, 60 pesos por cada consulta, 20 por cada aplicación de inyección, toma de presión y/ó toma de glucosa y, además de esto, recibo como bonificación extra del 7% con la venta de medicamentos que prescribo y el paciente compra ahí mismo en la farmacia”. Médico de consultorio en CMDX.
Los relatos de los médicos, de manera sistemática, concluyen en despidos cuando intentan pedir respeto a sus horarios de trabajo o manifiestan su inconformidad por la carga de trabajo o la venta amañada de medicamentos.
El 31 de agosto del año pasado, el presidente López Obrador se refirió a los consultorios y ha sido, hasta ahora, su última mención sobre el tema: “No se trata de clausurar los consultorios de las farmacias, de lo que se trata es de mejorar el sistema de salud pública”.