“NO REFUNDA EL QUE DESTRUYE, EL QUE PRETENDE ACABAR CON UNA HISTORIA QUE NO VIVIÓ, QUE NO CONSTRUYÓ”,  

“NO REFUNDA EL QUE DESTRUYE, EL QUE PRETENDE ACABAR CON UNA HISTORIA QUE NO VIVIÓ, QUE NO CONSTRUYÓ”,  

 LA CRUZ AZUL CELEBRA SU 93 ANIVERSARIO EN MEDIO DE NUEVOS DESAFÍOS 

La Cooperativa La Cruz Azul celebró este 2 de noviembre su 93 aniversario en un acto marcado por la lucha interna que enfrenta la empresa, pero también con un amor profundo a los valores cooperativistas de los que está cobijada la fundación de esta cementera. 
 
Los discursos ofrecidos por los miembros activos y jubilados, reflejaron la importancia y la historia de la planta de cemento en Hidalgo, adquirida por los obreros el 2 de noviembre de 1931, después de un par de crisis económicas, la intervención del gobierno estatal de la época y la preocupación de familias enteras que no querían perder su fuente de ingresos. 
 
Durante el acto solemne, se reunieron frente a la antigua estación de tren, en la explanada 1ro de Mayo, socios  y trabajadores  del grupo Cruz Azul en Hidalgo acompañados de sus familias e invitados especiales que presenciaron y rindieron homenaje a los dos símbolos que mejor los representan: La bandera de La Cruz Azul, y por supuesto, la del cooperativismo (COOP), reconocida por la alianza Cooperativa Internacional (ACI). 
 
Rodeados por silos que recuerdan las luchas pasadas y su grandeza que defienden firmes para no perder la herencia que desde sus inicios han tomado en sus manos para mantener su fuente de trabajo, cantaron su himno a la cooperación. 

En el monumento que erigieron a los 192 socios fundadores y en donde se encuentra la base de los ideales que los han llevado a enfrentar y vencer los obstáculos, rindieron homenaje. Hoy, después de casi un siglo, la Cruz Azul enfrenta nuevos desafíos que vencer. 


 
FUNDACIÓN Y RESISTENCIA 
 
“Aquí no hablamos de «refundación» de la cooperativa, fundación solo hay una y es la del 2 de noviembre de 1931, no refunda el que destruye, el que pretende acabar con una historia que no vivió, que no construyó. La historia no se borra, se edifica día a día, la forjamos todos con nuestros actos, sean buenos o malos, el tiempo los juzgará y pondrá a cada uno en su sitio”, señaló Víctor Luna Reséndiz en representacion de los socios. 

 
En el evento presentaron sus honores las organizaciones del núcleo cooperativo; Textiles 2000, Centro Comercial Cruz Azul, Club Deportivo, Concretos Cruz Azul,   Médica Azul, así como los trabajadores, socios activos y jubilados. 
 
Alfredo Ortiz, en representación de los trabajadores, llamó a la unidad y el apoyo para defender el legado, esfuerzo y sacrificios de quienes hicieron prosperar a La Cruz Azul y ser una de las fábricas más exitosas de Latinoamérica. 
 
Mencionó la difícil situación que atraviesan actualmente, con ataques mediáticos e intrusiones violentas a la fuente de trabajo, «Hoy más que nunca debemos estar orgullosos de pertenecer a una sociedad cooperativa tan noble y grande como es La Cruz Azul». 
 
 
En la actualidad, la cooperativa cuenta con plantas en cuatro estados de la República Mexicana: Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Puebla. En la entidad hidalguense en especial la región de Tula ha sufrido los estragos de la paralización industrial, comercial y legal de la planta, pues, la Comisión Federal de Electricidad cortó la energía y cientos de familias se han quedado sin sustento, algunos socios enfrentan procesos legales por oponerse a que la fábrica sea tomada por la otra facción. 

La celebración del 93 Aniversario de La Cruz Azul sigue contando historias de lucha y resistencia. En la década de los años 30’s del S. XIX, los obreros combatieron el hambre y la pobreza comprando por más de 1 millón 300 mil pesos la planta que el empresario inglés Gibbon fundó, y era propiedad de banqueros e inversionistas que la venderían a “La Tolteca” para eliminar a la competencia.  

Sin embargo, los valores cooperativistas la rescataron y la hicieron suya. Hoy en día, aunque el futuro es incierto y las negociaciones del conflicto han parado, cientos de obreros y familias siguen protegiendo la fábrica por la que sus abuelos y padres lucharon con trabajo y unión. 


 
 

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