Legionarios de Cristo, entre abuso a menores, protección papal y lavado de dinero; aquí claves tras la detención de Antonio Cabrera
La congregación creció hasta convertirse en una de los más poderosos de América Latina; formó parte de la comitiva que recibió a Juan Pablo II en dos de sus visitas a México
La tarde de este jueves 12 de junio fue detenido Antonio María Cabrera Cabrera en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) por su presunta responsabilidad en el delito de violación. Este hombre es sacerdote de la congregación Los Legionarios de Cristo, por eso aquí te contamos parte de sus controversias.
¿Quiénes son Los Legionarios de Cristo?
Dicha congregaciónfue fundada en 1941 por Marcial Maciel, católico acusado de cometer y encubrir abuso sexual contra menores de edad desde la década de los cincuenta de acuerdo con distintos diarios internacionales. En un comienzo, su nombre era «Misioneros del Sagrado Corazón y de la Virgen de los Dolores«, hasta 1965.
El grupo religioso creció hasta convertirse en uno de los más poderosos de América Latina; de hecho, formó parte de la comitiva que recibió a Juan Pablo II en sus visitas a México de 1979 y 1993
La congregación suma más de 961 sacerdotes y 617 seminaristas en todo el mundo, así como 150 colegios, 21 institutos superiores y al menos nueve universidades en 16 países. Por tanto, es una de las más adineradas, motivo por el que se le ha denominado «Los Millonarios de Cristo» por sus detractores.
Maciel la había creado en los cuarenta con el supuesto fin de «acercar el ministerio de la Iglesia a los más jóvenes», pero terminó siendo el escenario donde fueron abusados sexualmente cerca de 175 menores a lo largo de cuatro décadas.
Legionarios de Cristo ha retirado en su página oficial imágenes y menciones de Maciel, quien murió el 30 de enero de 2008 luego de años de escándalos de pederastia, así como la paternidad de al menos cuatro hijos con distintas mujeres.
Legionarios de Cristo reconoce abuso sexual contra 175 menores de entre 11 y 16 años
El 22 de diciembre de 2019, los Legionarios de Cristo reconocieron abuso sexual perpetrado hacia al menos 175 menores de edad. De estos niños, 60 fueron víctimas directas de Marcial Maciel.
En un informe presentado el 20 de enero de 2020 en la reunión de su Capítulo General, máxima autoridad de la institución, se señaló a 33 sacerdotes como responsables de pederastia contra los menores, con edades de entre 11 y 16 años.
Además de Maciel, dos sacerdotes incurrieron en abuso por vía virtual, cuatro agredieron a su víctima una sola vez y nueve lo hicieron en reiteradas ocasiones.
Se expuso que 14 de los 33 sacerdotes acusados cometieron las acciones mientras se desempeñaban en cargos de autoridad en Los Legionarios de Cristo, lo que dificultó el proceso judicial y limitó las posibilidades de denuncias.
El abuso sexual, entonces, estuvo mezclado con abuso de poder y de conciencia por parte de los religiosos que aprovecharon sus cargos, indicaba el informe.
Según la congregación, los seminarios fueron «el ámbito más vulnerable» por los riesgos de la vida de internado para adolescentes, su poca relación familiar y una pedagogía en exceso disciplinaria.
Los Legionarios de Cristo aseveraron en ese momento que Marcial Maciel aceptó la decisión «con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado», con «total serenidad y con tranquilidad de conciencia».
Refirieron que aquello se trataba de «una nueva cruz que Dios ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias».
Juan Pablo II y Benedicto XVI, el arropo papal a Marcial Maciel
Benedicto XVI sacudió a la Iglesia Católica en 2013, al convertirse en el primer sumo pontífice en renunciar al papado desde la Edad Media. Sin embargo, su cargo estuvo marcado por escándalos durante su pontificado.
Los casos seguían un modus operandi semejante: sacerdotes abusaban de menores de edad y las denuncias eran sepultadas por la Iglesia con ayuda de abogados, personajes políticos y líderes religiosos. Entre los señalamientos, uno que Benedicto tuvo que afrontar casi desde el primer día de su pontificado fue el del mexicano Marcial Maciel.
En 2005, cuando Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI, la institución tenía presencia en cerca de 10 países y unos 65 mil miembros, especialmente en Latinoamérica. Maciel era considerado un protegido de su antecesor, el papa Juan Pablo II.
Una de las primeras acciones de Benedicto, entonces, fue ordenar el pase a retiro de Maciel de sus actividades como sacerdote, en 2006.
De acuerdo con expertos en temas eclesiásticos, como Bernardo Barranco, autor de «La pederastia y los pecados de Benedicto XVI«, el caso de Maciel y los Legionarios fue uno de los más graves que tuvo que afrontar el Papa en América Latina y el que más le costó sacar adelante.
El primer contacto oficial entre Benedicto XVI con Maciel y Los Legionarios se remonta a 1997, cuando el entonces cardenal Joseph Ratzinger era prefecto de la Congregación para la Doctrina de Fe.
Desde ese año iniciaron a salir las primeras denuncias formales en contra del mexicano y su congregación. Ratzinger, por ende, tenía un papel importante a la hora de definir acciones de parte de la Iglesia. No obstante, ni Maciel ni la congregación sufrieron sanciones.
El Papa Francisco, sucesor de Benedicto, defendió en distintas ocasiones el actuar del sumo pontífice:
«El cardenal Ratzinger es un hombre que tuvo toda la documentación. Siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo todo en su mano, hizo las investigaciones y llegó, y llegó, y llegó, y llegó, y no pudo ir más allá en la ejecución», señaló Francisco en una alocución en 2016.
Hacienda investiga a Legionarios de Cristo por lavado de dinero durante gobierno de AMLO
El 8 de enero de 2020, Santiago Nieto Castillo, entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dio a conocer que desde esa dependencia se investigaban movimientos financieros de los Legionarios de Cristo por presunto lavado de dinero.
Dicha pesquisa ocurrió luego de que fuera presentada una denuncia en contra de la orden católica, involucrada en casos de abuso sexual.
«Seguimos en proceso de investigación, todavía no tenemos datos objetivos para decir si hubo o no alguna irregularidad», dijo Nieto Castillo en su arribo a Palacio Nacional, cuando el presidente de la República era Andrés Manuel López Obrador.
Pablo Pérez de la Vega, entonces director de Comunicación para México y Centroamérica de los Legionarios de Cristo, subrayó que la congregación conducía sus actividades en México con «estricto apego a disposiciones legales y fiscales aplicables en el país».
Durante las diligencias, Nieto corroboró a EL UNIVERSAL que no se investigaba a Marta Sahagún, esposa del expresidente Vicente Fox Quesada, quien estaba vinculada con la asociación religiosa.
En 2002, cuando Fox era mandatario federal, Alberto Sahagún, hermano de Marta, reveló que la entonces primera dama fue tesorera de Los Legionarios de Cristo en Guanajuato y que incluso dio clases en escuelas legionarias.