César Fierro, mexicano injustamente condenado a muerte 40 años en Texas, en dos documentales

César Fierro, mexicano injustamente condenado a muerte 40 años en Texas, en dos documentales

Se estrenan en la segunda semana de octubre ambas cintas del realizador Santiago Esteinou, filmadas con una década de diferencia: la primera preso, la segunda libre. Este inconcebible llamado “Caso Arena”, dice, es muy vigente.

El mexicano César Fierro pasó 40 años arbitrariamente condenado a muerte en Texas. Estuvo aislado, sin contacto alguno con personas. Fue liberado en 2020. Ahora reconstruye su vida. El cineasta Santiago Esteinou (Ciudad de México, 1982) lo filmó en la cárcel y expuso su caso en el documental Los años de Fierro (2014). 

En otra cinta, diez años más tarde, en La libertad de Fierro, lo captó ya como un hombre libre, aunque necesitaba reconstruir su vida después de haber estado sentenciado a muerte por error. Este filme se estrenará en los cines mexicanos el 10 de este mes, justo en el Día Mundial contra la Pena de Muerte.

Mientras que el documental anterior se proyectará desde el 13 de octubre en las plataformas digitales Youtube, Amazon, Apple TV, Izzi, Total Play y Google play.

Esteinou, quien estudió cinematografía en el Centro de Capacitación Cinematográfica y Temple University, expresa a Proceso sobre sus dos filmes:

“¡Imagínate, se estrenan dos películas juntas después de quince años de trabajo!, realmente me siento entusiasmado y contento de tener esa oportunidad. En su momento, la primera película no se pudo exhibir tanto, un poco por protección del protagonista, y ahora me da mucho gusto que se estrenen juntas”.

El 27 de febrero de 1979, las autoridades de Texas encontraron el cuerpo sin vida de un taxista de El Paso en un parque de la ciudad. César Fierro de Ciudad Juárez fue arrestado y negó cualquier conocimiento del crimen, pero la policía de Júarez detuvo a sus padres, y para que no fueran torturados se confesó culable. Cuando dejaron en libertad a sus progenitores, negó su confesión y se declaró inocente.

Durante el juicio, el casero de Fierro afirmó que César se encontraba en su domicilio la noche del crimen. No obstante, lo sentenciaron a muerte el 15 de febrero de 1980. Durante sus apelaciones a nivel estatal y federal, Fierro insistió en declarar que la policía de El Paso cometió perjurio para ocultar su conspiración con la policía de Juárez para extraer una confesión falsa.

En 2002, México presentó el caso en contra de los Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia, argumentando que Fierro y otros ciudadanos mexicanos sentenciados a muerte en ese país fueron privados de su derecho a recibir asistencia consular, tal como se establece en el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. El asunto se conoció popularmente como “Caso Avena”.

El 31 de marzo del 2004, la Corte Internacional de Justicia emitió una resolución en la cual asentó que en efecto Estados Unidos violó ese artículo en perjuicio del Fierro y otros ciudadanos mexicanos, por lo que se ordenó que se revisara y reconsideraran nuevamente sus sentencias, tomando en consideración los efectos que tuvo la violación a su derecho a la protección consular.

Finalmente, el 18 de diciembre de 2019, bajo circunstancias excepcionales, la Corte Apelaciones Criminales de Texas reconsideró lo decidido en un habeas corpus de 1991 y anuló la pena de muerte de Fierro, al estimar que las instrucciones dadas al jurado durante la fase de sentencia del juicio no consideraron las circunstancias atenuantes del delito, lo que resultaba ser una violación a la Octava Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Después de pasar cuarenta años en el pabellón de los condenados a muerte, el 14 de mayo de  2020 Fierro fue puesto en libertad y deportado a México. Desde 1999 hasta enero de 2020, César Fierro estuvo detenido en la Unidad Allan B. Polunsky del Departamento de Justicia Criminal de Texas. Durante este periodo fue mantenido en estricto aislamiento, prácticamente privado de cualquier contacto físico con otras personas o exposición a la luz natural.

En mayo de 2021, Fierro presentó una queja ante la Comisio´n Nacional de los Derechos Humanos de México, denunciando actos de tortura cometidos por agentes de la Policía Municipal de Ciudad Juárez, por los cuales él se vio obligado a aceptar la comisión del homicidio en Estados Unidos.

Tras investigación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación 146VG/2024, reconoció los actos de tortura y acreditó violaciones graves a derechos humanos que afectaron el debido proceso, y a su seguridad jurídica, dignidad y proyecto de vida. A la fecha, las autoridades municipales no han cumplido con la recomendación.

Un acompañamiento

Esteinou, quien también realizó una maestría en derechos humanos y democracia en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), detalla que cuando Fierro aún se encontraba en prisión una firma de abogados de Nueva York se unió a su defensa y estuvo muy en contacto con su equipo: “Todos los integrantes de la película decíamos que al salir de prisión, César se iba a enfrentar a un mundo de problemas, y para nosotros, habiendo hecho la primera película, decidimos no abandonar al protagonista de esta historia, y darle seguimiento en la medida de lo posible, e igual podíamos ser un apoyo para él durante este proceso tan complejo de integrarse a la sociedad. Y eso fue lo que intentamos hacer”. 

–¿Cómo fue el desenvolvimiento de Fierro al filmarlo ya en libertad?

–Desde antes de que saliera de la cárcel, César y yo habíamos hablado sobre hacer una segunda parte, ya estaba, digamos, acordado entre los dos. El 2020 era la pandemia cuando lo liberaron, y nosotros éramos las únicas personas con las que César convivía en ese momento. Después de haber estado aislado sin contacto con ninguna persona durante cuatro décadas, los más cercanos eran unas personas que además de ser sus amigos y pasar mucho tiempo juntos, también estábamos haciendo una película juntos. La verdad es que todo fluyó bastante bien.

César tenía ganas de que se hiciera esta película ‘La libertad de Fierro’. De algún modo nosotros nos volvimos los acompañantes en este proceso, y quizás también fuimos sus consejeros, y no sólo yo, todo el equipo de producción. Él estaba pasando por un momento difícil.

Por cierto, en la revista Proceso (No. 1941, del 12 de enero del 2014), se público todo respecto a Los años de Fierro.

–¿Cómo se siente haber logrado dos filmes sobre Fierro? Incluso al final del segundo documental se denuncia que existen muchos casos de sentencia de muerte y la mayoría son hispanos o afrodescendientes.

–Ha sido un gran privilegio tener la oportunidad de estar cerca de César y aprender de él, porque es una persona muy resiliente y muy

fuerte. Me siento privilegiado de haber tenido la oportunidad de acompañarlo durante estos cinco años que lleva en libertad. La libertad de Fierro hoy en día es muy vigente, en muchos sentidos. El uso de la pena de muerte en Estados Unidos apunta a que va a aumentar.

La falta de respeto hacia las leyes internacionales, el ignorar el derecho internacional, como sucedió en el caso de César -quien a pesar de una orden de la Corte Internacional de Justicia jamás se le dio cumplimiento-, es algo que también esta comenzando a suceder en Estados Unidos cada vez más. El criminalizar sin pruebas a personas migrantes está aumentando en la nueva política de Estados Unidos. En muchos sentidos revisar la historia de César es muy vigente.

El además realizador de Dolor crónico (2009) y La mujer de estrellas y montañas (2023) prosigue:

“Incluso en momentos que hemos decidido en México seguir un camino como el de Texas de elección de jueces, revisar el caso de

César es importante para entender cuáles son algunos de los peligros que el sistema de jueces por elección puede plantear. El caso

de César permite entender mucho cómo funciona la lógica republicana en un estado como Texas, donde todos los jueces pertenecen

al Partido Republicano, por lo menos los que juzgaron a César. Entonces, sí es un caso que permite entender cómo opera ese tipo de mentalidad.

“Hace poco fui a desayunar con una de las abogadas de César, que es estadunidense y se dedica a la defensa de personas

sentenciadas a muerte, y justamente me decía que nunca había tenido tanto trabajo, porque están aumentando mucho los casos. Si antes tenía dos, tres, cuatro casos, ahora lleva ocho. Espero que no se repita, pero todo apunta a que la mentalidad racista, pro pena

de muerte, es lo que hoy en día está dominando la política allá”.

A decir de Esteinou, La libertad de Fierro ha tenido “una aceptación muy calurosa por parte del público, hasta aplausos de pie le han

dado a César en Toronto y Ambulante”. Acentúa:

Para César recibir ese cariño de las personas que ven la película y se conmueven genuinamente de la historia de su vida, es importante. Es un reconocimiento a la fortaleza con la que afrontó sus cuarenta años encerrado, y siento que esa recepción le ha ayudado, y lo ha disfrutado.

–A usted, ¿qué le dejan estos dos proyectos? 

–Es un proyecto muy personal. Me quedo con mucha gratitud, nos deja un llamado a que si bien no se le pueden devolver a César

esos cuarenta años que le quitaron, que le arrebataron, en México tenemos una Comisión Nacional de los Derechos Humanos, una ley

general de víctimas, leyes de víctimas en los distintos estados… entonces estamos en posibilidad de hacer lo correcto: brindarle a

César las herramientas para que pueda terminar de reconstruir su proyecto de vida y para que pueda continuar una vida con la mayor

dignidad posible y libertad posible. El Estado todavía le debe ese cumplimiento que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ya dijo.

Y explica sobre las exhibiciones del segundo largometraje: 

“Es muy curioso lo que ha pasado en Estados Unidos; por ejemplo, la película ha sido muy vista en Europa, hemos tenido por lo

menos diez invitaciones a festivales ahí. En Estados Unidos hemos tenido dos. Los festivales en Estados Unidos no nos han prestado tanta atención, la verdad. Pero tenemos un distribuidor que nos ayuda a circular nuestras películas en espacios más culturales, y con

él sí va a estar disponible la película allá”.

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