Los católicos se preparan para la llegada de Jesús esta Navidad
“¡El Salvador!, está por llegar”, el camino para el nacimiento de Jesús está cerca con la presencia del adviento que inicio este 30 de noviembre y que concluye el 24 de diciembre y con ello, inició el año litúrgico, el momento para agradecer lo sucedido en el año que termina, lo cual se representa con una corona adornada con naturaleza verde y tres velas moradas y una rosa, además de un cirio que va en el centro.
La Navidad y la celebración del nacimiento de Jesús está cerca y las familias católicas lo viven a través de la oración que inició el pasado domingo cuando fue encendida una vela de la corona de Adviento que se coloca en la casa donde se reúnen todos para recordar el camino que José y María realizaron para la llegada de Jesús mediante una liturgia que leen y meditan.
Junto con la Corona de Adviento las familias colocan una imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida que favorezca el espíritu de recogimiento.

El Adviento es una etapa para realizar obras de misericordia, descubriendo así que es verdad lo que Jesús dijo de que la mayor
felicidad es dar, más allá de recibir.
Además de que en este tiempo previo al 24 de Diciembre es importante que se visite a alguien en persona y que se acuda con
Jesús al interior, es decir, con amor, con deseo de servir, de ayudar, de llevar consuelo a quien lo necesita.

La iglesia católica invita a todos a que en este tiempo se idee una nueva tradición y manera de festejar fuera de lo comercial, por
ejemplo, el que en familia se den regalos no comprados, sino más bien elaborados por cada uno y empezar un nuevo año
litúrgico y algo nuevo.
De igual manera, es importante que durante el adviento se mantenga en la conciencia la presencia amorosa de Jesús, el modo
en que se puede manifestar, su amorosa presencia y lo que hace por nosotros, transformando así lo que parece imposible, el
rencor en perdón.
Es indispensable que se dedique tiempo de oración y poner en las manos de Dios aquello que preocupa, pero también es
importante afianzar la relación de amistad con Jesús.

