
115 Aniversario de la Revolución Mexicana
La foto que se muestra fue tomada en Tula un 25 de noviembre de 1910 a solo 5 días de haber iniciado el movimiento armado de 1910. En ella podemos ver a un grupo de señoritas y a 3 hombres de la clase porfirista, seguramente tomando un refrigerio a su paso por Tula.
El 20 de noviembre se cumplieron 115 años del inicio de la Revolución Mexicana, movimiento armado que surgió a raíz del descontento social del pueblo mexicano frente a un régimen de opresión encabezado por Porfirio Díaz y su gabinete conformado por un grupo de políticos e intelectuales conocidos como “los científicos”.
Los científicos pretendían modernizar al país a través de la inversión extrajera, la reforma fiscal y la educación positivista. El positivismo fue una corriente de pensamiento importada de Europa que solo aceptaba como valido el conocimiento científico. El positivismo consideraba que solo la ciencia podía impulsar el progreso.
Los científicos en tiempos de don Porfirio estaba conformado por terratenientes, comerciantes, burócratas e intelectuales con formación en leyes, ingeniería y medicina; por eso se convirtieron en los asesores más cercanos a Díaz. El gran error de Díaz fue favorecer a los grandes empresarios y terratenientes.
CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA
La concentración de la tierra en pocas manos fue el detonante de la revolución mexicana. El ejército de insurrección de 1910 estuvo conformado básicamente por obreros y campesinos que acudieron al llamado de Francisco I. Madero a tomar las armas para derrocar al gobierno de Díaz.
A través del Plan de San Luis, Francisco I. Madero convocó a la población a desconocer el resultado de las elecciones presidenciales de junio de 1910 que después de 30 años daban una vez más el triunfo al dictador. Dicho Plan fue redactado desde la prisión en San Antonio Texas por Francisco I. Madero, Juan Sánchez Azcona y Roque Estrada.
En él se declaraban nulas las elecciones y se reafirmaba el principio de “sufragio efectivo no reelección”; además proponía realizar nuevas elecciones de manera libre y a tomar las armas en contra de Porfirio Díaz para el 20 de noviembre de 1910 a las 4 de la tarde.
“La tiranía que oprime a México no tiene por base el derecho, sino la fuerza, no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino enriquecer a un pequeño grupo”… “Tanto el poder legislativo como el judicial están supeditados al ejecutivo”. Al triunfo del movimiento armado prometía convocar a elecciones presidenciales extraordinarias y a restituir a los campesinos sus tierras de que habían sido despojados por la clase terrateniente.
Varios líderes sociales en el país se levantaron en armas contra el gobierno opresor. En el norte se rebelaron Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua, Venustiano Carranza en Coahuila, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles en Sonora. En el centro del país los hermanos Serdán en Puebla y en Morelos, Emiliano Zapata.
DEMANDAS CAMPESINAS ACTUALES
El movimiento armado de 1910 está considerado la primera gran revolución social del siglo XX junto con la revolución rusa. En México los grandes cambios sociales los han iniciado las clases sociales más desprotegidas, tal fue el caso de la guerra de independencia y la revolución mexicana.
Por eso el gobierno federal no debe desestimar las demandas de los agricultores y transportistas que últimamente han desquiciado la economía del país por medio de bloqueos a las vías públicas, Aduanas y Puentes internacionales.
Las demandas que exigen al gobierno como precios justos a sus productos y apoyos crediticios al campo son más que justas. Para que exista soberanía alimentaria México debe dejar de importar granos básicos del extranjero. Por su situación geográfica México posee una gran diversidad de climas donde se pueden cultivar desde cereales (maíz, frijol, trigo, cebada, sorgo) hasta frutos tropicales.
Nuestro territorio es tan rico en recursos naturales que no tenemos por qué depender del extranjero. Si la compra de maíz a Estados Unidos perjudica al campesino mexicano no debe incluirse en las próximas negociaciones del TEC-MEC. El tratado comercial entre México y Estados debe beneficiar a ambos países no solo a uno. Además los intereses de los mexicanos deben estar por encima de tratados comerciales ventajosos.
