MUY MAL, LOS RAYONES EN ESCULTURAS E INMOBILIARIO DE LA CIUDAD

EDITORIAL

MUY
MAL, LOS RAYONES EN ESCULTURAS

E
INMOBILIARIO DE LA CIUDAD

 

Diversos monumentos rayoneados con pintura negra y de todos colores, quedaron como mudos testigos de la marcha de mujeres que se realizó en días pasados en esta ciudad y donde las participantes se dedicaron a pintar letreros en todo lo que encontraban a su paso, sin importarles si son monumentos que nada tienen que ver con sus exigencias sobre justicia para las mujeres.

      Uno que destacó principalmente es el busto que se ubica en la calle de Juárez en el centro de Tula, y que representa al Benemérito de las Américas, el ex presidente de México Benito Juárez, donde increíblemente una de las mujeres pintó con letras muy grandes «respeto», sin siquiera imaginar o saber quizás, que la frase más célebre del prócer de la historia es «El respeto al derecho ajeno es la paz».

       También se ven muy mal todas las pintas que hicieron en las letras grandes de TULA que se ubican en el jardín municipal. Verdaderamente da vergüenza y coraje que ellas actúen infringiendo la ley con estas pintas, pero que nadie pueda hacerles nada, porque entonces sí se están violando sus derechos. Creemos que esto no se vale y la justicia debe ser pareja para todos.

      Es increíble cómo estas mujeres piden respeto a sus demandas, pero ellas no respetan los monumentos o el mobiliario de la ciudad que nada tienen que ver con lo que están pidiendo.

     Tampoco estamos en contra de que se les respete a las mujeres porque todos debemos ser respetados en nuestras personas y nunca será correcta una violación o golpes contra ellas. Los agresores tienen que cambiar su mentalidad y vivir con respeto, siempre respeto, a las mujeres.

     Pero también las feministas que últimamente han tomado las calles para exigir el esclarecimiento de desapariciones o violaciones a los derechos de las mujeres, literalmente se han convertido en vándalos que tienen toda la libertad de pintarrajear o destrozar el inmobiliario de las ciudades.

     Esto realmente no es justo, porque quien pide respeto también debe ofrecerlo, y si las marchas fueran en paz, pero con demandas enérgicas, seguramente rendirían el mismo fruto que el de ahora con actos vandálicos.

     Ellas no quieren que les falten al respeto, pues entonces también que demuestren que son respetuosas. Creemos que ante todo debe existir una convivencia sana entre todos.

 

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