Exigen mayor seguridad los habitantes del callejón de San Lorenzo; están hartos de robos y advierten que lincharan a los rateros
Un ultimátum hacia las autoridades del Comcejo interino municipal lanzaron residentes de la colonia San Lorenzo avecindados en el tramo comprendido desde el callejón del mismo nombre y la tercera cerrada del propio conjunto urbano, quienes se dicen hartos de la delincuencia que los asola.En una mesa de trabajo desarrollada la mañana de ayer, los habitantes, quienes prefirieron el anonimato, se dijeron cansados de la inacción de las autoridades en turno, advirtieron que la próxima vez que capturen a alguien delinquiendo en la zona, no les quedará otra más que partirle la cabeza y lincharlo.“No queremos llegar a tanto, desgraciadamente, el Concejo y la Secretaría de Seguridad Pública no nos dan respuesta, no hacen nada para cuidar nuestro patrimonio a pesar de que es su obligación, por lo que actuaremos por nuestra propia mano”.Narraron que apenas el pasado sábado corretearon a una persona que pretendía hacer de las suyas en el perímetro, pero que no lo lograron alcanzar, “porque en su defecto lo hubiéramos macheteado”, dijo uno de los habitantes.Explicaron que, mediante esta advertencia quieren que haya un precedente, para deslindar responsabilidades, en caso de que pase algo: “en defensa de nuestro patrimonio los matamos o nos matan, pero estamos hartos”, increparon.Dijeron que el origen de los problemas está en un domicilio de la tercera cerrada de San Lorenzo, donde moran personas que se drogan, se dedican al robo y donde hay presuntos maltratos en perjuicio de menores de edad, e incluso prostitución.Pero, lamentaron que, aunque las autoridades lo saben, no hacen nada por frenarlos.Durante la reunión, los afectados dijeron que en la franja, existen cerca de 15 negocios, la mayor parte de los cuales, ya fueron robados, al igual que un aproximado de 10 domicilios particulares ubicados en la zona.Para detener y deportar a las personas que causan los problemas, los afectados pidieron la intervención del Instituto Nacional de Migración (INM). Además se acordaron otras acciones como instalación de cámaras de videovigilancia, crear un grupo de vecino vigilante, bloquear vialidades y exigir que una patrulla les sea asignada a la vigilancia permanente de la zona.Se quejaron de la falta de iluminación en el área y dijeron vivir con miedo constante.
