El plan de la empresa que le pone corazón a los móviles Android para que todos nos enganchemos al metaverso
Qualcomm es una de las empresas que más está remando para conseguir que el nuevo mundo virtual cristalice
El metaverso es, sin duda, el centro de todas las conversaciones en tecnología de este año, y como inevitable consecuencia, el número de proyectos que saldrán a la luz se va a disparar en los próximos meses, incluso Telefónica va a tener su propia versión del universo virtual. Qualcomm, el fabricante de chips de San Diego que pone corazón a la mayoría de terminales Android, es otro de esos componentes del ecosistema necesarios para que lo que ellos llaman «computación espacial» se haga realidad. Hugo Swart, VP y GM de realidad extendida y metaverso de Qualcomm nos habla de sobre la gran transformación que ocurrirá al pasar de un mundo computacional en 2D, a uno en 3D, o lo que es lo mismo, de la pantalla plana del ordenador o el móvil a un mundo en tres dimensiones.
Probablemente, las aplicaciones y el internet que conocemos ahora se desarrollen para un entorno tridimensional, aunque no significa que el 2D deje de existir, sino que será una experiencia menos inmersiva. «El metaverso será uno de los grandes cambios sociales que vamos a vivir en los próximos años», señala en conversación con ABC.
Hoy en día, los dispositivos de realidad extendida se dividen en tres grupos, las gafas de realidad aumentada, las de realidad virtual y las de realidad mixta. Claramente, las que más desarrollo han tenido, de momento, son las de realidad virtual para los videojuegos, aunque esto está cambiando poco a poco. Están apareciendo más aplicaciones sociales, deportivas como BoxVR, o de eventos como el concierto de Foo Fighers. La realidad virtual también ha tenido un gran impacto en el mundo corporativo, por ejemplo, son muy utilizadas para el entrenamiento de nuevos empleados, simulando entornos peligrosos, o en salud, por ejemplo, se usan para la rehabilitación de los pacientes que han sufrido un ataque al corazón.
La gran esperanza del metaverso de todas maneras sigue siendo la realidad aumentada. Aunque la tecnología todavía está en un estado muy temprano, y lo más cercano que podemos encontrar ahora son las gafas inteligentes de Rayban, u OPPO, estamos muy lejos de un producto que pueda llegar a un mercado masivo, de momento, sólo se usan en algunas empresas para colaborar y buscar asistencia remota. Según Qualcomm faltan 5 años para veamos dispositivos de realidad aumentada que se conecten a través del teléfono móvil, y 10 años para que lo sustituyan.
Como parte del esfuerzo de reforzar el ecosistema, Qualcomm ha creado Snapdragon Spaces, donde los fabricantes pueden encontrar planos y esquemas de cómo diseñar gafas de realidad extendida. Ahora van a dar un paso más con una plataforma que reúne a los desarrolladores de realidad extendida con el objetivo de mejorar aspectos como el seguimiento de manos y cabeza, el mapeado espacial, o reconocimiento de objetos con independencia del dispositivo. Fabricantes como OPPO, Xiaomi, Microsoft o Lenovo ya se han unido a Snapdragon Spaces. El nuevo laboratorio de realidad extendida de Qualcomm en Europa, XR Labs, será parte de esta iniciativa, impulsado por sus tres últimas empresas adquiridas Wikitude, Clay y Augmented Pixels. Hugo Swart señala que «el objetivo de XR Labs es atraer el talento europeo contratando nuevos desarrolladores de realidad extendida».
Ahora mismo existen en el mercado más de 50 dispositivos con los procesadores de Qualcomm XR2 Gen 1 como las Oculus Quest 2 y XR1 Gen 1. Ambas CPUs cuentan ya con más de dos años, y Qualcomm, de momento, no los ha renovado como ha ocurrido con los procesadores móviles Snapdragon. Podría parecer una falta de apuesta, pero en realidad, el problema está en la escala, los procesadores XR no necesitan ser renovados tan frecuentemente porque no hay tanto desarrollo sobre ellos, por lo que todavía se sigue mejorando su desempeño como con el video, dando soporte para 7 cámaras o el passthrough de la imagen, lo que demuestra que todavía no han llegado a su límite.
Hugo Swart es de la opinión de que todavía le queda mucho por desarrollar al metaverso, y que estamos en un momento en el que su forma final es una incógnita, pero como paralelismo cercano, tenemos la historia de los teléfonos móviles, donde nadie se imaginaba como serían hace unos años. Seguirán saliendo nuevas gafas, y continuarán innovando, pero el dispositivo que nos dará acceso al metaverso todavía está lejos de ser una realidad, necesita un mínimo de 10 años para estar listo. Los casos puntuales en los sectores de salud y educativos, o el uso corporativo son buenos indicadores de que la tecnología es útil, y de que el metaverso está para quedarse.