Damnificados estarían dispuestos a vivir en la alcaldía porque no han podido regresar a sus casas

Son cientos de casas que quedaron dañadas por la inundación y ninguna autoridad los ha apoyado con recursos para reponerlas

Dispuestos a ocupar como vivienda la alcaldía se dijeron damnificados de la inundación del pasado septiembre en el centro de Tula y nueve de sus localidades, quienes, a días de cumplir diez meses de la anegación no han podido regresar a sus hogares por falta de recursos o temor a que se vuelvan a anegar.
La mudanza a la presidencia municipal, dijeron, será una manera de protestar ante la falta de apoyo de los tres órdenes de gobierno, quienes no han apoyado en nada para que la ciudad de Tula se levante, reactive su economía o las actividades turísticas, que también están en el olvido, desde las sumersiones en las aguas negras de septiembre de 2021.
Grandes zonas del centro de Tula siguen sin ser habitadas, como las calles Manuel Rojo del Río, Manuel Doblado y segmentos de Leandro Valle, mientras en colonias como Rancho Chapultepec, la representante del asentamiento, Angélica Marisol Salazar Huerta estimó que, de las 85 casas afectadas en septiembre, no han sido vueltas a ocupar ni 30.
Indicaron que la iniciativa de ocupar el palacio municipal, obedece a que a este inmueble lo tienen a la mano, y no a una situación personal contra el alcalde Manuel Hernández Badillo, quien, sin embargo, sostuvieron, tampoco les ha ayudado en nada: “sólo unos colchones contaminados nos han entregado, pero por prevenir infecciones los tuvimos que quemar”.
Del orden estatal -comentaron- sólo algunos comerciantes que se apuntaron recibieron un crédito por diferentes montos, pero comentaron que a eso no se le puede calificar como ayuda, porque lo van a tener que pagar, por lo que afirmaron que el gobierno del estado abandonó completamente a Tula en el momento en que más lo necesitaba.
Recordaron que del federal nada más recibieron un insulto de 10 mil pesos, que mucha gente rechazó porque sus pérdidas fueron millonarias.

NO HAY CERTEZA DE QUE SE VUELVAN A INUNDAR
Por último, añadieron que la Federación ni siquiera se ha preocupado por darles la seguridad de que no se van a volver a inundar en el presente temporal de lluvias, “porque la porquería de obra que están haciendo no sirve para evitar inundaciones, sino para desfogar el triple de agua negra del Valle de México a Tula, lo que conlleva mayor contaminación y riesgos más grandes de anegación”.
La constante queja de 35 mil afectados de la anegación, a casi 10 meses de la tragedia, es por la falta de apoyo de autoridades de los tres niveles de gobierno, quienes los han abandonado.
Enormes sectores de la cabecera y nueve colonias de la demarcación siguen sin ser ocupados nuevamente por sus antiguos habitantes, quienes no cuentan con recursos económicos para el retorno, después de que lo perdieron todo, o no retornan por cuestiones de prevención, puesto que no tienen la seguridad de que no se vuelvan a anegar.
Después de la Conagua, respondió con la ejecución del Plan Hídrico de Tula, que plantea la rectificación, ampliación y revestimiento del río Tula para aumentar la capacidad del afluente de 250 a casi 700 metros cúbicos de agua negra por segundo.