Los organilleros llegan a Tula cotidianamente para preservar esta gran tradición que data del México antiguo del siglo pasado y que nos recuerdan bellas melodías que vivirán por siempre.

Los organilleros llegan a Tula cotidianamente para preservar esta gran tradición que data del México antiguo del siglo pasado y que nos recuerdan bellas melodías que vivirán por siempre.
Por eso, cuando le pidan una moneda no se niegue a dárselas porque son un legado que debemos apoyar para que continúe

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