Andrés Roemer permanecerá detenido en Israel al menos hasta el 15 de octubre
Una de las víctimas de violación se congratula del giro diplomático que ha tomado el asunto: “Bienvenido a México, Andrés”
“Bienvenido a México, Andrés”, dice en su red social una de las víctimas que ha denunciado violación por parte de Roemer, esperanzada por una posible y pronta extradición del exdiplomático, que está detenido en Israel. Pero esa extradición no va a ser inmediata. Andrés Roemer fue arrestado el domingo en el país mediterráneo, adonde había huido de la justicia mexicana, que lo busca para procesarlo por cinco violaciones. Y así permanecerá hasta el próximo 15 de octubre, han señalado fuentes del departamento internacional de la Fiscalía del Estado de Israel. Ese día, el Tribunal de Distrito de Jerusalén celebrará una audiencia de arresto, pero no hay fecha aún para la audiencia sobre la extradición, que necesita luz verde judicial. La policía israelí detuvo a Roemer en Tel Aviv siguiendo las instrucciones cursadas por la Interpol hace dos años, a petición de la Fiscalía de Ciudad de México. Los agentes israelíes señalan que han identificado su ubicación por medios tecnológicos.
El tiempo que ha pasado Roemer en Israel no ha estado escondido. Tuiteaba casi a diario y se le recibió con pompa, hasta el punto de que se le puso su nombre a una calle en un pueblo, que luego fue retirada. Es ahora, dos años después, cuando el asunto toma un inesperado viraje diplomático. México no tiene tratado de extradición con Israel, motivo por el cual se refugian allí algunos delincuentes acosados por la justicia, pero la entrega de estos se puede acordar de buena voluntad entre ambos países. Son esos mecanismos bilaterales los que parecen estar operando ahora. El comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, recuerda estos extremos. Que Roemer ha sido detenido “con fines de extradición a solicitud del Gobierno mexicano” porque así lo requiere la Fiscalía de la capital. Han operado para ello, sigue el comunicado, “principio de reciprocidad y cooperación internacionales, a partir de la buena relación bilateral que existe en todos los rubros entre ambos países”.
El comunicado parece abrigar esperanzas de que el proceso emprendido con el exdiplomático y escritor no sea el único y tras él se pudieran solucionar casos como el de Tomás Zerón, también huido a Israel y a quien se le busca por su participación en el caso Ayotzinapa, en el que desaparecieron a 43 estudiantes normalistas hace nueve años. “El Gobierno de México agradece la reciprocidad recibida por el Estado de Israel y reitera que seguirá dando seguimiento puntual a los demás casos pendientes con esa nación”, afirman en la Secretaría de Exteriores.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dio por hecho en su conferencia de este lunes que Roemer sería extraditado. Después, la diplomacia ha enfriado los tiempos y la euforia, pero ya nada puede parar las expectativas que albergan las víctimas. “La noticia me cayó de pronto, sin conocimiento previo de las autoridades mexicanas, que habían prometido notificárnoslo en cuanto ocurriera”, dice una de las denunciantes de Roemer. Y añade: “Esto no terminará hasta que Andrés pague por las heridas que, además de lastimarnos, nos hicieron más fuertes”. Y cierra: “Bienvenido a México, Andrés”.
Aunque no es la única que lo acusa de violación, tiene otras cuatro causas por este motivo y hasta 61 mujeres lo señalaron en su día por abusos y acoso, esta víctima ha sufrido el mayor hostigamiento por parte de los abogados de Roemer, que abrieron contra ella un procedimiento civil por daños, en el entendido de que su relato en Internet de lo sucedido, siendo ella periodista, tenía un eco infinitamente mayor que el resto de confesiones, y buscaba lastimar la imagen del escritor y divulgador. Una jueza rechazó la demanda con el argumento de que ella no actuaba como periodista, sino como mujer agredida, y la imagen de Roemer ya estaba manchada por multitud de confesiones de otras víctimas. Esta periodista es beneficiaria de un mecanismo de protección, pero no como víctima sexual, sino como reportera en peligro. “Para mí estos años han sido de angustia, ansiedad y sobre todo miedo a represalias por haber desnudado una verdad. Sé que, aun detenido, tiene el poder y medios para lastimarme”.
Quizá eso no se mitigue con el tiempo, pero la justicia la sienten ahora más cercanas todas estas mujeres. La embajada de Israel en México ha señalado que el gobierno israelí siempre ha tomado con seriedad estos casos: Israel no es “refugio para criminales”.
