El ‘Cometa del Siglo’ | Este es el mejor día para verlo en México
Este cometa, conocido científicamente como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) no se verá de nuevo en nuestra atmósfera hasta dentro de 26 mil años,
Las y los amantes de la astronomía están a punto de presenciar un fenómeno astronómico extraordinario: el paso del llamado ‘Cometa del Siglo’, un evento que ha generado una gran expectación mundial.
Este cometa, conocido científicamente como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) no se verá de nuevo en nuestra atmósfera hasta dentro de 26 mil años.
“La mayoría de las fuentes coinciden en una cosa: es probable que el C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) sea visible a simple vista. Si tenemos suerte, podría volverse excepcionalmente brillante y hasta superar al C/2020 F3 (NEOWISE) del verano de 2020. Ha pasado mucho tiempo desde que hemos visto un cometa tan brillante, por lo que los observadores están muy emocionados por el C/2023 A3″, afirmó el medio especializado Star Walk.
Además, se espera que el C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) desarrolle una cola cometaria. Tras pasar cerca del Sol a una distancia similar a la órbita de Mercurio, la coma de polvo y hielo del C/2023 A3 se calentará considerablemente.
“A medida que las partículas de hielo se evaporan, escaparán rápidamente al espacio, llevándose consigo una gran cantidad de polvo que se extenderá en una cola larga y brillante. Como muestra la historia, los cometas que pasan cerca del Sol tienen las colas más impresionantes, formadas poco después de ser “asados” por el calor del Sol. ¡Y este es el caso del cometa C/2023 A3!”, agregó.
El cometa A3 Tsuchinshan Atlas será visible principalmente en el hemisferio norte y se estima que alcanzará su máximo esplendor a mediados de octubre de 2024.
El pasado 12 de octubre fue el día más importante, pues en esta fecha el cometa estará en su punto más cercano a la Tierra, proyectando su cola de mayor extensión, pero seguirá siendo visible.
Es importante destacar que este cometa no se verá de nuevo en nuestra atmósfera hasta dentro de 26 mil años, lo que lo convierte en una rara oportunidad para los cazadores de estos fenómenos.