El Gobierno de Texas responde a López Obrador: “Si de verdad le preocupa la vida humana, asegure la frontera”
El presidente mexicano criticó con dureza la estrategia de colocar boyas en el río Bravo después de la muerte de dos migrantes
El Gobierno de Texas, a través del portavoz del gobernador Greg Abbott, ha contestado de forma contundente a México después de que, este jueves por la mañana, Andrés Manuel López Obrador tachase de “acto inhumano” la instalación de boyas de seguridad a lo largo del río Bravo, sobretodo después de que dos migrantes fueran encontrados sin vida y enredados en ellas. En respuesta, Andrew Mahaleris ha criticado la supuesta “política de puertas abiertas” del presidente de Estados Unidos y de México, y les ha aconsejado que “si realmente se preocupan por la vida humana, deberían hacer su trabajo y asegurar la frontera”. Esta es una batalla más en la eterna guerra que libra desde hace meses el gobernador de Texas tanto con su presidente, Joe Biden, como con México por el control de la frontera.
El hallazgo de dos cuerpos sin vida flotando en el río Bravo ha hecho saltar las alarmas sobre el peligro de las boyas, pero todavía se están realizando las investigaciones pertinentes para saber si realmente fallecieron al quedarse atrapados. De momento se conoce que uno de los cuerpos pertenece a un hondureño de 20 años, según ha confirmado a las autoridades mexicanas la madre del joven, que se encuentra en Piedras Negras, Coahuila, haciendo la travesía hacia Estados Unidos. La madre asegura que ha podido reconocer a su hijo porque los tatuajes que tenía el cuerpo eran los mismos.
López Obrador ha criticado la política fronteriza de Abbott, que se ha deslindado desde un inicio de la política nacional impulsada por Joe Biden, y ha pedido a Texas que retire las boyas. Tratar así a los migrantes “no es de gente buena”, ha dicho el mandatario durante la conferencia mañanera de este jueves. Además, el presidente ha reclamado que la instalación de boyas con bardas de seguridad en medio del río es violatorio de la soberanía mexicana. Ya están revisando las normas internacionales para intentar hacer recular al gobernador al otro lado de la frontera.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas ha negado que ninguno de los migrantes muriese por quedarse atrapado en las barreras instaladas en el río. Su teoría es que fueron arrastrados allí por la corriente, pero murieron ahogados más arriba, donde todavía no se ha instalado este mecanismo flotante. “El gobierno mexicano está equivocado”, ha defendido Mahalaris, “por desgracia, los ahogamientos en el Río Bravo de gente intentando cruzar son comunes”. Según el portavoz, en todo el espacio que ocupan las boyas hay personal de seguridad vigilando cualquier paso de migrantes.
En esta ocasión, Joe Biden y López Obrador están en la misma página: contra la política fronteriza impulsada unilateralmente por el republicano Greg Abbott. Tras la instalación de 350 metros de boyas naranjas en medio del río que marca la frontera entre los dos países, México decidió mandar una nota diplomática a Estados Unidos para manifestar su enojo. Diez días después, el Gobierno estadounidense demandó a Texas porque sus acciones podían poner en peligro las relaciones diplomáticas entre los dos países.
El Gobierno federal critica la medida por sus “implicaciones humanitarias” y que el gobernador no tenía permiso de ninguno de los países para instalar ese muro flotante en el tramo que separa Eagle Pass, en Texas, de la vecina localidad de Piedras Negras, en Coahuila. Esta es una de las tantas acciones que el republicano ha tomado para enfrentar al presidente de Estados Unidos y criticar su gestión de la frontera.