En mi casa y con mi banda… se me respeta: perros le hacen el paro a indigente
A lo lejos se ve como un sujeto sin playera reta a un indigente; con la sangre caliente y ganas de pelear, como gallo de pelea… recibe una lección
Se armó el tiro. A lo lejos se ve como un sujeto sin playera reta a un indigente. Con la sangre caliente y ganas de pelear, como gallo de pelea… “En este corral yo mando / No se metan / Con lo mío”, parecía cantar “El Valiente” que entonaba Vicente Fernández.
Sin embargo, el mejor gallo también suele recibir sorpresas… Este valiente de barrio mostrando la musculatura de un “gladiador griego” se abalanzó sobre un indigente, al que se le notaba aún aturdido por el vino.
Tenía las de perder. Era obvio que el valiente de barrio sabía que le iba a dar una repasada a su oponente. De ahí que mostrara los puños, como advirtiendo que cada golpe sería letal. Pelea callejera, donde todo está permitido, donde sólo hay ganador hasta que el oponente pida clemencia o quede tendido sobre el asfalto.
Pero el escenario cambió, junto al indigente que no podía quitarse el suéter para la batalla, había cuatro perros. Cuatro justicieros que vieron la desventaja.
No lo iban a permitir.
Uno de ellos, el canelo, se lanzó a la cintura del indigente, como anunciando que él se aventaría el tiro…
Y así fue.
Mientras el valiente mostraba los puños, el canelo se le fue con todo, y le siguieron los otros cuatro perros.
No que no tronabas pistolita”. El que antes pregonaba grandeza, retrocedió, se vio temeroso…
La batalla del siglo duró menos de 18 segundos… y se viralizó.
Y para enaltecer la valentía estos cuatro perros, un usuario de X (antes Twitter) subió el video, poniendo de fondo la letra “No ando solo”…
“…Papi, yo no estoy solo / Las calles del bajo mundo las controlo / Yo soy leal, a los míos no los traiciono / Al que se lamba con el AK lo descabrono / Dale cabrones, vamo’ a matarnos que estoy solo”