Hoy, a cinco años de la explosión en Tlahuelilpan, muchos no aprendieron la lección y siguen robando huachicol
Tlahuelilpan, a cinco años de la peor tragedia en el estado por la explosión en un ducto de Pemex, no ha aprendido la lección, esto a pesar de que 137 personas perdieron la vida y otras más resultaron lesionadas con quemaduras graves y todavía hoy viven las consecuencias.
Las familias provenientes de los municipios aledaños a la región de Tula se dieron cita este jueves en el predio conocido como la «zona cero», ubicado en la comunidad de San Primitivo, en los límites de los municipios de Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, donde muchos acudieron para dejar flores.
La terrible tragedia dejó en la orfandad a cientos de menores de edad que continúan viviendo la soledad, el abandono y la problemática con la economía, ya que aún cuando en su momento se activaron varios programas de ayuda, hay quienes han tenido que batallar para salir adelante, ya que de acuerdo a los requisitos solicitados algunos no lograron ingresar y otros más fueron dados de baja por no cumplir con los lineamientos que estos han marcado.
Las familias que visitan el predio, el cual previamente limpian para compartir este día con su difunto, recuerdan con nostalgia su separación obligada por la muerte, comentando que otros más aún viendo lo que se vivió hace cinco años en este lugar continúan siendo parte de grupos delictivos que se dedican al robo de hidrocarburo, aún sabiendo que sus vidas se encuentran en peligro y hasta la de la población aledaña al lugar donde extraen el producto.
La explosión de hace cinco años sucedió en el kilómetro 226 en oleoducto Tuxpan-Tula, en un ducto de 14 pulgadas que fue picado y por consecuencia se formó una gigantesca fuente donde cientos de personas parecían disfrutar de ese momento que celebraban llevándose el hidrocarburo en cubetas, ante la escasez de gasolina que había en esos dias en las gasolineras.
Actualmente los gobiernos continúan con algunos trámites para adquirir predios que serían de grandes beneficios para la población como panteones y remodelaciones de alguna centros en algunas comunidades.
Uno de los panteones que se encuentra en trámite por la adquisición del predio y reglamentación es el de Teltipan, municipio de Tlaxcoapan.
La vida actualmente para las familias que perdieron a un familiar, continúa siendo un momento de reflexión y de preguntas que en algunos casos no han logrado contestar, surgiendo un «si hubiera», pero interrogantes como esas hoy ya no son respuesta.