IMÁGENES FUERTES: Rusia lanza bombas de racimo en zonas residenciales de Ucrania
La Convención de Oslo de 2008 (que Moscú no firmó) prohíbe su utilización.
El ejército ruso habría utilizado bombas de racimo, que no hacen distinción entre objetivos militares y civiles, en Járkov (este de Ucrania), así como en Chernígiv, una ciudad histórica en el norte de Ucrania situada a orillas del río Desná, lo que podría constituir un crimen de guerra, afirmó el viernes la organización Human Rights Watch (HRW).
Las fuerzas rusas usaron estas armas «en al menos tres zonas residenciales en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, el 28 de febrero», detalló esta organización estadounidense de defensa de los derechos humanos.
HRW afirma haber identificado el lanzamiento de este tipo de submuniciones con un lanzacohetes 9M55K Smerch, de fabricación rusa.
«Járkov sufre ataques continuos de las fuerzas rusas, por lo que los civiles se tienen que esconder en sótanos para evitar las explosiones y esquirlas», explicó el director de armamento de HRW, Steve Goose. «Usar bombas de racimo en zonas habitadas demuestra un desprecio absoluto por la vida de las personas». «Su utilización, como se documentó en Járkov, podría constituir un crimen de guerra», considera esta organización.
Las bombas de racimo contienen varias decenas de pequeñas bombas que se dispersan en un amplio perímetro y algunas de ellas no explotan en el momento del lanzamiento, lo que puede comportar que se conviertan en minas antipersonas.
La Convención de Oslo de 2008 (que Moscú no firmó), prohíbe su utilización. «Su uso masivo en zonas habitadas por algunos ejércitos provocó, en los países implicados, daños humanitarios desproporcionados», según un informe del Senado francés.
Rusia pretende seguir con la avanzada
El Kremlin instó a la población a que se una en torno al presidente Vladimir Putin, en el noveno día de la invasión de Ucrania. «No es el momento de dividirnos, es el momento de unirnos. Y unirnos en torno a nuestro presidente», estimó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en un encuentro con la prensa, al ser preguntado por los llamamientos de personalidades de la cultura que se oponen a la guerra.
«Hay en efecto un debate apasionado entre los actores de la cultura. Hay quienes apoyan al presidente, que lo apoyan sinceramente. Y hay quienes no entienden lo que pasa», dijo, estimando que era necesario «explicarles las cosas con paciencia».
Numerosas peticiones de ciudadanos contra la guerra circulan en Rusia, entre ellas, personalidades de la cultura pero también de profesionales de la medicina.
Acusan a soldados rusos de cometer violaciones
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, acusó el viernes a los soldados rusos de «violar a las mujeres en las ciudades ucranianas ocupadas» y pidió la creación de un tribunal penal especial para juzgar el «crimen de agresión» cometido por Vladimir Putin.
Kuleba habló desde Ucrania en un encuentro virtual organizado por el instituto londinense de estudios en relaciones internacionales Chatham House, en el que participó el ex primer ministro británico Gordon Brown.
«Cuando las bombas llueven sobre nuestras ciudades, cuando los soldados violan a las mujeres en las ciudades ocupadas, y por desgracia tenemos muchos casos de soldados rusos que violan a las mujeres en las ciudades ucranianas, por supuesto que es difícil hablar de la eficacia del derecho internacional», afirmó el canciller ucraniano.
«Pero es la única herramienta que tenemos para asegurarnos de que al final todos los que hicieron posible esta guerra sean llevados ante la justicia y que la Federación Rusa, como país que cometió un acto de agresión, sea también responsable», añadió.
Ocho días después de la invasión rusa de Ucrania, Kuleba se mostró partidario de crear un tribunal penal especial para juzgar el «crimen de agresión» ruso en su país, una iniciativa apoyada por decenas de expertos en derecho internacional y figuras como Brown y el escritor estadounidense Paul Auster.
«Nos falta un arma crucial en la lucha legal contra Putin», consideró Brown, que firmó una petición para la creación de una jurisdicción especial.
La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya anunció el lunes la apertura de una investigación sobre la situación en Ucrania, citando posibles «crímenes de guerra» y «crímenes contra la humanidad». Pero no puede juzgar el «crimen de agresión» -un ataque de un Estado a otro planeado por un dirigente político o militar- si ese país no ha ratificado el Estatuto de Roma, como es el caso de Rusia y Ucrania.