Indignación de damnificados; quemaron colchones que les dio la presidencia porque eran de «tercera mano»

Indignación de damnificados; quemaron colchones que les dio la presidencia porque eran de «tercera mano»

* Los cortaron enfrente de medios de comunicación y se vio que habían sido retapizados en 3 ocasiones. Dijeron que algunos olían a orines y hasta chinches tenían. * Presuntamente, los cargaron al erario con sobreprecio

Damnificados de la localidad de Denguí, en  Cruz Azul, que fueron afectados por las inundaciones de septiembre, quemaron dos colchones que les entregó la presidencia  de Tula como supuesto apoyo. Sin embargo, la gente se molestó al descubrir que eran reciclados, es decir, que ya eran viejos y los arreglaron, mientras que presuntamente las autoridades los facturaron al municipio como si fueran nuevos.

         Los afectado se congregaron la tarde del martes en las canchas de la localidad, donde reunieron un aproximado de 30 de los 50 colchones con que les “ayudó” el municipio, luego de perder todo su patrimonio por las aguas residuales del río Tula.

         Ahí, uno a uno, con navajas en mano la gente fue abriendo los colchones para comprobar ante la opinión pública que habían sido retapizados en al menos tres ocasiones anteriores a que fueran entregados como ayuda para los afectados de la emergencia.

          Este medio fue testigo de cómo, al desbaratar los artículos, salieron dos o tres capas de colchonetas viejas y sucias, las cuales, en su mayoría olían a orines y tenían presuntas marcas de heces fecales, además de que de dos de los colchones -que todavía estaban empaquetados- salieron insectos, a los que los ciudadanos, identificaron como chinches.

         Los inconformes acusaron que de acuerdo con una investigación realizada por el grupo Unidos por Tula (UxT), sustentada con solicitudes de transparencia, el ayuntamiento de Tula reportó la compra de 763 colchones individuales para los damnificados, los cuales tuvieron un costo total de 979 mil 679 pesos con 56 centavos, por lo que también acusaron sobreprecio.

          Comentaron que cada uno de estos artículos lo facturaron por casi mil 284 pesos, cuando el armado de un colchón reciclado no rebasa los 100 pesos, por lo que exigieron la intervención de la Contraloría estatal y la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) para aclarar el posible acto de corrupción, del que, dijeron, obviamente tiene que haber un responsable.

          Después de quemar los dos colchones a manera de protesta, los habitantes advirtieron que acudirían a la presidencia municipal a “aventarle los colchones en la cara al alcalde Manuel Hernández Badillo, y a sus cómplices de la Asamblea municipal.

             A pesar de que este medio trató de contactar al alcalde, este no fue localizado en el palacio de gobierno y tampoco respondió llamadas ni mensajes.

            El área de comunicación social de la administración en funciones, hizo contacto telefónico con este medio, y se comprometió a emitir un boletín como postura oficial, lo cual no ocurrió hasta el cierre de esta edición.

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