Isaac del Toro, subcampeón en el Giro de Italia; «volveré con más fuerza»

Isaac del Toro, subcampeón en el Giro de Italia; «volveré con más fuerza»

La increíble historia del ciclista de Ensenada, Baja California, terminó en un subcampeonato en el Giro de Italia, donde escribió episodios deslumbrantes al ganar la etapa 17 y portar durante 11 días la maglia rosa, además de conquistar la casaca blanca de líder juvenil.

En el norte de Italia, en la cordillera de Los Alpes, se oye un murmullo que viaja a lomos del viento. Es el relato de dos episodios que a partir de hoy ya son legendarios. En ese macizo rocoso adornado con bosques bucólicos, se levanta el Colle delle Finestre, escenario de dos épicas que alcanzaron la categoría de mitos en el ciclismo. Ahí mismo, en 2018, Simon Yates, un británico que portaba la maglia rosa de líder y que por tanto era el candidato más sólido para ganar el Giro, fue sorprendido en ese ascenso por un compatriota inesperado, Chris Froome, quien no sólo le arrebató la casaca, sino que le arruinó el esfuerzo de tres semanas de competencia devastadora. Ayer, ese mismo ciclista pudo cobrar revancha de ese recuerdo amargo y en una suerte de repetición cruel, ahora para el mexicano Isaac del Toro, se descolgó en un desplante de táctica y estrategia que dejó atónitos a quienes se disputaban la victoria final de la vuelta.

El joven de 21 años nacido en Ensenada se apropió de la casaca rosa en la etapa nueve y la perdió en esta vigésima jornada del Giro de Italia, la penúltima y decisiva. Se la arrebataron de una forma despiadada e inesperada, nadie lo imaginó salvo el propio Yates. El ciclista británico marchaba en el tercer puesto de la clasificación y las duras batallas por la punta las protagonizaban el ecuatoriano Richard Carapaz y el mexicano, quien portó la playera de líder por 11 días.

Pero esa montaña, maldita para los desgraciados y mágica para quien logra sacar provecho de sus rampas demoledoras y de su tramo de camino sin asfaltar, fue la escenografía dramática para representar la derrota del joven ciclista tricolor. En esa cordillera Del Toro parecía demasiado concentrado en impedir que Carapaz se le escapara, como intentó en algunos ataques en la carretera, pero atrás, a un minuto con 20 segundos de distancia, acechaba Yates, con la daga cla-vada en el costado de aquel recuerdo de 2018 en esta misma Colle delle Finestre. Eso, quizás, hizo más peligroso al británico, pues no existe mayor acicate que la posibilidad de cobrarse una afrenta.

Cuando Yates se despegó, Carapaz y Del Toro no supieron cómo responder a la fuga del británico.

El escritor italiano Dino Buzzati, corresponsal de lujo para el Corriere della Sera en el Giro de 1949, describía la estrategia de aquellos ciclistas favoritos que administraban la potencia para los momentos decisivos, justo cuando llegaban a las cimas más temibles donde atacaban con verdadera furia.

Los favoritos son ricos en fuerzas y, como todos los que se han hecho a sí mismos, también son un poco avaros. ¿Para qué gastar más de lo necesario? Cuando llegue el momento oportuno, en los Dolomitas, por ejemplo, o en los Alpes Occidentales, allá donde no haya truco o astucia que valga, sacarán el monedero y pagarán hasta el último céntimo, escribió Buzzati.

Antes de eso –anotaba el escritor–, sólo hacen lo indispensable, entre otras cosas, vigilarse entre los rivales más peligrosos y evitar osadías que pongan en riesgo la clasificación.

Y esto último fue lo que no percibieron ni Carapaz ni Del Toro, porque el británico aprovechó que ambos estaban entregados a un duelo dramático con poca diferencia en la clasificación y se escapó, se alejaba solo, imparable, agregando terreno de por medio, segundos y minutos para dejar atrás, muy atrás, a esos dos latinoamericanos entregados a una guerra fratricida.

Yates es el vencedor indiscutible, aventaja por 3 minutos y 56 segundos a Del Toro y por 4:43 a Carapaz. Todo está dispuesto para que este domingo haga su entrada triunfal en Roma.

Del Toro estaba demasiado contrariado. Sabía que la victoria del Giro pudo ser suya, en una edición donde emergió con la contundencia de su fuerza, que sorprendió a su equipo (UAE Emirates), a los rivales y a todo su país que se emocionó.

No ganamos, es algo que los mexicanos debemos entender. Perdimos y no pasa nada. Es muy bonito e increíble estar así de cerca, pero no triunfamos, esa es la verdad, dijo.

Claro que estoy decepcionado, pero no voy a llorar delante de la cámara. Así es el ciclismo. Volveré con más fuerza, ahora sé que puedo competir contra cualquiera, agregó el joven bajacaliforniano.

Del Toro, sin embargo, deja números que son por sí mismos victorias inesperadas en esta edición de la gran vuelta italiana en la que terminó subcampeón. Fue líder del Giro, un privilegio que ni el tlaxcalteca Julio Alberto Pérez Cuapio consiguió, durante 11 días portó la mítica maglia rosa, estuvo seis veces en el podio, ganó la etapa 17, cuatro veces segundo lugar y una tercero, además de conquistar la casaca blanca de líder juvenil.

Seguro que mucha gente no podía creer que yo estuviera aquí, comentó el joven de Ensenada; el equipo siempre confía en mí en este tipo de cosas. El problema soy yo, tratando de creerlo.

Carapaz fue todavía más severo con el desenlace. Él (Del Toro) perdió el Giro. No ha sabido correr bien y ha ganado el más inteligente, dijo sin condescendencia el ecuatoriano.

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