La inundación en Tula fue provocada por los intereses económicos de las inmobiliarias
La inundación en Tula no ocurrió por un fenómeno natural de la lluvia, sino que fue provocada por la Conagua y los intereses económicos de las grandes inmobiliarias que no han querido ocupar el lago de Texcoco para llevar ahí el agua residual de la zona metropolitana de la Ciudad de México y el Valle de México, y toda la enviaron por el río Tula. Esto porque su prioridad es expandir las zonas de vivienda hacia el oriente por el lago de Texcoco.
Así coincidieron en señalar investigadores nacionales y extranjeros, organizaciones sociales y damnificados de Tula que se reunieron el pasado viernes en una conferencia de prensa en esta ciudad, donde hicieron énfasis en que las cuencas hidrológicas del Valle de México y del Valle del Mezquital están unidas por las aguas residuales que se controlan desde la zona metropolitana de la Ciudad de México.
El investigador estadounidense Dean Chahim, quien ha sido investigador de la Universidad de Texas, con un Doctorado en la Universidad de Standford, y quien es antropólogo e ingeniero en materia hidráulica, se ha dedicado durante muchos años a investigar el drenaje del Valle de México y después de la inundación en Tula, en septiembre del año pasado, publicó un artículo al respecto en el periódico The Washington Post.
En la conferencia señaló que la inundación en Tula no fue inevitable, sino que «fue el resultado de una serie de decisiones políticas e hídricas» por parte de la Conagua y el gobierno federal.
Indicó que el plan hídrico del río Tula no es la solución porque la llegada del agua no fue natural, sino que se expulsaron «de golpe» las aguas negras del Valle de México y la zona conurbada de la Ciudad de México, lo cual pudo ser controlado por los vasos reguladores del Valle de México, sin embargo, la Conagua se niega a hacer esto y quieren adaptar el río.
«Yo digo que el objetivo de este proyecto es proteger los intereses inmobiliarios en el Valle de Mexio porque la zona metropolitana ya casi no tiene por donde expandirse y la única zona que les queda es dar espacio al oriente, por el lago de Texcoco, que es donde se pretendía el aeropuerto y una ciudad denominada Aeropolis».
Dean Chahim, explicó que, en contraparte, los pobladores quieren restaurar el lago de Texcoco para que vuelva a ser el vaso regulador de la Ciudad de México, lo que ejerció durante todo el siglo 20, porque Texcoco recibía grandes cantidades de agua haciendo posible que no se saturara el drenaje para que no se inundara el Valle de México o Tula, pero la Conagua ha rechazado la acción que propone la organización social «Manos a la Cuenca» para llenar el lago de Texcoco.
«Si hubieran tenido el manejo adecuado, el 6 se septiembre hubieran podido llenar el lago de Texcoco, en vez de las calles de Tula y sin poner en riesgo al Valle de México», aseguró.
Asimismo, el especialista estadounidense reitero que «Conagua se ha negado a aprender de sus propios errores y de los ingenieros mexicanos que llevan casi un siglo criticando este modelo del drenaje y se han negado a escuchar a los pueblos originarios que tienen una visión integral de estos problemas que vinculan a las dos cuencas, la del Valle de México y el Valle del Mezquital».
En la conferencia de prensa estuvieron también el Doctor Francisco Peña, investigador del Conacyt en San Luis Potosi, quien realiza el proyecto PRONACE-AGUA; el Doctor Edgar Talledos Sánchez, también del Conacyt de San Luis Potosí y encargado del proyecto Agenda Social del Agua, Riesgos, Capacidades e Inequidad»; la Licenciada Victoria Ortega Morgado, especialista ambiental y realizadora del proyecto Contaminación del Río Tula y su impacto en comunidades indígenas.
Asimismo, asistieron representantes de Pueblos en Defensa de la Tierra-Atenco, quienes han defendido que el lago de Texcoco pueda volver a llenarse de agua y evitar la desecación que provocó el gobierno de Peña Nieto por el aeropuerto que se construiría en el lugar.
La representante de la organización de damnificados Tula Somos Todos, Edith Guzmán Godínez, destacó que los tulenses «estamos hartos, cansados, dolidos por todo lo que hemos sufrido, mientras que ellos (el Valle de México y la Ciudad de México) ya solucionaron su problema pero nos lo están heredando a nosotros.
Por ello, pidió una reunión con el director de la Conagua a nivel nacional, Germán Martínez Santoyo; el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas y la Secretaria de la Semarnat, María Luisa Albores González.
«Todo con tiene que ser con el pueblo y sin el pueblo no queremos nada», finalizó.