Mujer en Tabasco habría matado a su hijo de dos años tras ingerir bebidas alcohólicas
Los vecinos de la familia denunciaron constantes gritos y golpes al interior de la vivienda
El pasado 5 de mayo, se reportó el fallecimiento de un niño de dos años de edad tras ser asesinado a golpes presuntamente a manos de su propia madre. Los hechos se dieron en la ciudad de Tabasco, Villahermosa y los vecinos de la vivienda señalaron que el menor sufría constante violencia familiar, motivo por el cual decidieron llamar a las autoridades. En la colonia Belén del municipio de Macuspana, Tabasco, una madre ubicada como Geysor “N” presuntamente asesinó a golpes a su hijo de tan solo dos años. Los informes preliminares señalaron que la mamá del bebé se encontraba al interior de su casa ingiriendo bebidas alcohólicas con Jazmín “N”, mujer que supuestamente es su pareja.
Posteriormente, se informó que el infante comenzó a llorar debido a que ya tenía hambre; fue ahí cuando Geysor “N” perdió los estribos y al no tolerar el llanto de su hijo, comenzó a agredirlo de forma física repetidamente. Según señalaron los vecinos, comenzaron a escuchar los gritos del bebé, así como los de la mujer enfurecida; sin embargo, llegó el momento en el que las cosas se tornaron en silencio e inmediatamente, empezaron los gritos de ayuda por parte de la madre.
Los homicidios familiares en territorio mexicano es un tema sin poder erradicarse a lo largo de los años
De igual manera, los testigos mencionaron que la mujer dejó caer al pequeño desde una altura considerable y fue ahí cuando perdió la vida de forma instantánea tras romperse el cuello. Fueron ellos mismos quienes se encargaron de llamar a la policía municipal para atender el incidente. Tras llegar al lugar de los hechos, las autoridades encontraron al menor sin signos vitales y con una decena de lesiones por el cuerpo, incluyendo la fractura de cuello. De forma inmediata, los policías solicitaron apoyo de paramédicos, quienes llegaron a la casa y confirmaron el fallecimiento del niño de 2 años. A raíz de ello, la Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación sobre el caso y procedieron a trasladar el cuerpo del menor al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para comenzar con la necropsia correspondiente.
Por su parte, las dos mujeres que estaban a cargo del menor, fueron detenidas por las autoridades y posteriormente trasladadas a la Fiscalía General del Estado de Tabasco. Se desconoce aún su situación legal y el proceso que se está llevando al respecto. En cuanto al cuerpo del fallecido, fue entregado a la abuela materna, quien fue localizada en la capital del estado.
Al menos 13 personas perdieron la vida, tras suscitarse una balacera al interior de un salón de fiestas de la entidad. De acuerdo a los primero reportes de las autoridades, un comando armando ingreso al salón llamado «Palapa La Potra», presuntamente tras perseguir a un supuesto sicario quien se refugio en el inmbuele. Entre las trece personas fallecidas, se encuentra un bebé de un año de edad. FOTO: ÁNGEL HERNÁNDEZ /CUARTOSCURO.COM
El impacto de este tipo de noticias es grande en la sociedad, ya que es difícil entender cómo alguien puede hacerle daño a un niño indefenso y vulnerable. Las reacciones han sido de indignación y consternación ante la crueldad de este acto.
Es importante destacar que la violencia infantil es un problema grave y complejo, y que existen múltiples factores que pueden influir en su aparición, como la falta de recursos económicos, la pobreza, la exclusión social, la falta de educación, entre otros. Por ello, es necesario que se realicen esfuerzos para prevenir la violencia infantil y proteger a los niños de todo tipo de abuso.
La violencia infantil es un problema grave y preocupante en México. Según la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Mujeres, en México, el 62% de los niños y niñas de entre 1 y 14 años han experimentado algún tipo de violencia en su vida, ya sea física, sexual, emocional o por negligencia.
Este problema puede tener consecuencias graves y duraderas para la salud física y mental de los niños. Puede causar lesiones, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, problemas de aprendizaje y dificultades para establecer relaciones saludables con los demás. Desafortunadamente, se llegan a presentar situaciones en las que los hechos llegan hasta ser considerados homicidios.
