Niño de 4 años dispara contra policías de Utah para evitar que arrestaran a su padre
El padre presuntamente amenazó con un arma de fuego al personal del autoservicio de un McDonald’s; posteriormente, el hombre se declaró culpable de abuso o negligencia infantil
Imágenes compartidas por oficiales de policía capturaron el momento exacto en el que un niño, de 4 años, disparó en contra de los uniformados tratando de evitar que arrestaran a su padre.
Los hechos ocurrieron en los suburbios de Salt Lake City, en Utah. De acuerdo con la versión oficial, los policías interceptaron a Sadaat Johnson y a su hijo, luego de que el hombre presuntamente amenazara con un arma de fuego al personal del autoservicio de un McDonald’s.
En la grabación se puede observar que los oficiales le piden a Johnson tirarse al suelo para esposarlo. De pronto uno de los policías grita «¡Pistola!», segundos después se escucha una detonación de arma de fuego.
Posteriormente en el video se escucha a un policía gritando «¡Suelta el arma!», mientras que su compañero adopta una posición de combate con su arma apuntando a los que están dentro del automóvil.
La cámara corporal también documentó a otros oficiales corriendo hacia el lado del pasajero del vehículo. Al acercarse al carro, se escucha al policía decir «¡Niños!».
Aparentemente, en el vehículo se encontraban la hija de 3 años de Johnson y el hijo de 4 años quien fue acusado como el presunto tirador, según dicen en el video.
«¿Estás bien, niño?» pregunta una oficial mientras los menores lloran en el asiento delantero del carro. «Está bien», les dice el policía mientras los ayudan a bajar del auto.
Según las autoridades, Johnson le habría dado la instrucción al niño para que disparara a los policías. Aunque, en la grabación no está claro cuándo dio la orden.
Por su parte, el menor dijo que disparó a la policía porque “quería recuperar a su papá”.
Finalmente, el hombre se declaró culpable de abuso o negligencia infantil y asalto agravado, ambos delitos en tercer grado, por lo que pasará 120 días en la cárcel, seguido de tres años de libertad condicional. Además, deberá tomar cursos de manejo de ira y crianza de menores.