Padre e hijo migrantes mueren ahogados en Chiapas

Padre e hijo migrantes mueren ahogados en Chiapas

Los dos extranjeros intentaban avanzar de Guatemala a Chiapas y burlar cualquier tipo de vigilancia en el sector

Un padre y su hijo de origen salvadoreño murieron ahogados en las últimas horas en el río Suchiate, en la frontera entre México y Guatemala.

Según los primeros reportes de las autoridades policiales y de rescate en Chiapas, el menor de edad cayó al agua y su padre intentó rescatarlo, pero debido a la fuerte corriente y la zona accidentada por presencia de piedras, ninguno de los dos pudo llegar hasta la orilla y ponerse a salvo.

Los dos migrantes murieron ahogados y horas después policías estatales y elementos de Protección Civil acudieron al punto del incidente, en el cantón Chical, en el municipio de Tuxtla Chico, en el sur de la Entidad.
Los cuerpos fueron sacados del agua por los socorristas, que trabajaron en el lugar para poder llevarlos a tierra e iniciar con las diligencias correspondientes ante el Ministerio Público, que daría parte a las autoridades consulares salvadoreñas en Tapachula .
Los dos extranjeros intentaban avanzar de Guatemala a Chiapas y burlar cualquier tipo de vigilancia en el sector, sin embargo, la zona que utilizarían para cruzar es una de las más peligrosas debido a las malas condiciones del terreno.

En en sitio del accidente se encontraba una mujer que se identificó como la madre del menor. Fue ella quien identificó a César Bladimir, de 36 años; y Maltius Alexander, de 7 años de edad, ambos de nacionalidad salvadoreña.

En Chiapas, se trata del incidente de este tipo en muchos años, ya que la línea del Río Suchiate permite en muchos sectores cruzar sin problema alguno, al formarse pequeñas lagunas que mantienen el agua estancada y sin peligro de ser arrastrado.

El consulado de ese país se encargaría de iniciar con el procedimiento de repatriación de cuerpos hacia el país centroamericano, por lo que fueron enviados al Semefo para la necropsia de ley y conservarlos para el viaje hasta su natal población.

En Talismán, uno de los puertos fronterizos con Guatemala, la vigilancia es nula y no hay presión por parte de las autoridades mexicanas para frenar el paso de personas. Aun así, quienes cruzan por este sector lo hacen por rutas ciegas ante el temor que existe de ser observados o detectados  en algún momento por operativos repentinos.

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