Persiste una severa crisis en el comercio de Tula
Los conflictos sociales que hoy persisten en el municipio, la pandemia y la inundación han sido factores para que desde 2020 el comercio y la economía no hayan podido mejorar, consideró Juan Carlos Olguín Monroy, presidente de la asociación Projardín, que aglutina a unos 200 comerciantes aledaños al jardín de Tula.
Sostuvo que han sido muchos factores por los que Tula está sumida en crisis: “no salíamos de la pandemia y se nos viene la inundación, con los daños a la ciudad y el cierre obligado de comercios… ahora, como si no fuera suficiente, tenemos conflictos de trabajadores en dos de las industrias más importantes: la cementera Cruz Azul y la refinería Miguel Hidalgo.
Estimó que aunque no se quiera, el bloqueo de plazas en la refinería de Pemex y la detención de labores en la cementera Cruz Azul, sí pega al comercio en general, pues los trabajadores dejan de percibir un salario, lo que genera una catástrofe financiera en cadena, porque la gente no tiene dinero para comprar.
A la falta de ventas en los comercios, la cual se ha desplomado más del 30 por ciento, agregó que se le suma lo gravoso del pago de rentas de locales, que no bajan de los 8 o 10 mil pesos, pudiendo llegar incluso hasta los 45 mil pesos, aunado al cobro de servicios como agua y energía eléctrica.
Juan Carlos Olguín aseveró que los factores anteriores han provocado que un número indeterminado de negocios del jardín Constitución y de todo el primer cuadro de la ciudad hayan tenido que bajar sus cortinas definitivamente, “ya que los comerciantes se han visto obligados a rascarse con sus propias uñas, los que no tienen ahorros o no venden mucho, se han visto forzados a cerrar”, lamentó.
Y es que también se pueden observar muchos locales con letreros de «Se renta», los cuales permanecen sin que nadie acuda a ocuparlos.
Aun con la crisis previó que puede haber, aunque sea un ligero repunte en la comercialización de productos el próximo 10 de mayo, día de las madres.
La crisis económica ha persistido en Tula, desde el 19 de marzo de 2020, en que oficialmente el estado adoptó la emergencia nacional por coronavirus, derivado del cierre de negocios no esenciales durante ocho meses y la restricción de horarios para esenciales durante el mismo lapso de tiempo.