Por daños ambientales, el Tren Maya podría colapsar: especialistas
Biólogos, antropólogos y activistas enumeran y analizan los daños que provoca la mega obra. Advierten de la afectación directa a los suelos
Como parte del Seminario Patrimonio Cultural. Antropología, Historia, Legislación del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ayer se realizó la mesa El Tren Maya. El impacto socioambiental, con la participación del biólogo e investigador Jorge Escobar, el activista y miembro de la organización civil Selvame del Tren, Michel Duhart, y el antropólogo Bolfy Cottom.
La conversación inició con la participación de Jorge Escobar, quien señaló la relevancia del análisis socioambiental que rodea la construcción del Tren Maya y detalló que todos los proyectos de mega desarrollo en México están obligados a tener un marco regulatorio en materia social y ambiental.
“Todas las regulaciones que tratan el abordaje de la naturaleza en nuestro país tienen carácter preventivo y se plantean antes de la ejecución de los proyectos, pero si se hacen después ya no tienen ningún sentido, ese es un primer problema en el Tren Maya; por otro lado, debe conocerse a su totalidad todo el proyecto desde el inicio para poderlos valorar y visualizar, sin embargo, el Tren Maya fue disgregado en siete tramos, los proyectos fueron dados a conocer a destiempo, encontramos incongruencias en la manera en que se planteó la protección del ambiente”, detalló el biólogo.
En su participación, Michel Duhart criticó la destrucción y modificación de los cenotes en los tramos cinco, seis y siete del Tren Maya, en los que se han rellenado y tapado con materiales o invadido con pilotes para dar soporte a la mega obra ferroviaria.
“En un inicio, el Tren Maya no era tan malo, porque estaba supuesto a circular cerca de las carreteras, ya impactadas, pero lo movieron a la selva, en donde los suelos son kársticos, compuestos por calcio, son delicados, el tren pasará por encima de estos sistemas que componen un complejo ciclo del agua”, condenó el activista.
Duhart señaló que él y un equipo de investigadores han encontrado evidencias de contaminación en algunos cenotes, en donde el agua cambió de color al ser invadidos por pilotes.
Agregó que en todos los tramos se ha realizado una importante deforestación, y señaló específicamente que en los tramos del cinco al siete se ha calculado una tala de más de 10 millones de árboles.
“Cambiaron todo el tramo al interior de la selva y vino una deforestación impresionante, completamente ilegal; una cifra conservadora que hemos calculado es que en los tramos cinco, seis y siete se han talado más de 10 millones de árboles, además sin planeación, en donde se han encontrado cenotes y zonas arqueológicas”, subrayó.
Duhart agregó que otra problemática importante es el daño a la fauna, ya que documentaron que especies animales como jaguares están siendo desplazados de su hábitat e incluso no pueden tomar agua por la destrucción de cuevas.
“Si no fuera por los cenotes, no tendríamos agua en esas selvas; tenemos en esa zona más de 110 especies de mamíferos y más de 980 especies que dependen de las cuevas. Una especie incomprendida es el murciélago, el tren pasará a menos de un kilómetro del volcán de los murciélagos en Campeche, es el conjunto de ese animal más grande en México, los cuales mantienen a raya a los insectos”, señaló.
El activista agregó que Selvame del Tren ha registrado la afectación directa al suelo kárstico en diversos tramos del Tren Maya, y que existe la posibilidad de colapsos del tren una vez que esté finalizado. “Hemos contabilizado la afectación de más de 120 cuevas, ha habido derrumbes en donde han aparecido cuevas”, subrayó el especilista.
En su presentación, Duhart mostró un video en donde se registró una fuerte explosión en uno de los tramos del tren. De acuerdo con el activista, los militares utilizaron explosivos para quitar árboles. “En este video registramos que hasta se han utilizado explosivos para desmontar la selva, lo cual es ilegal, cuando estás en la zona se te estruja el alma”, dijo.
Duhart señaló que el Tren Maya no tiene contrapesos políticos, ya que es una obra militar, y concluyó que la cultura maya se ha “folclorizado” por el gobierno. “¿Qué podemos hacer? Sólo tenemos a la academia, a la ciencia y a las leyes de nuestra mano, debemos manifestarnos y documentarnos, ser activistas informados, usar las leyes que tenemos y resistir”.