Presas de Nuevo León en agonía por una sequía que no da un respiro: esta es su capacidad actual
La entidad cuenta con las presas “El Cuchillo”, “La Boca”, “Salinillas” y “Cerro Prieto”, que suministran agua a los 5.3 millones de habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey
Los habitantes de Monterrey, la capital industrial de México, viven una agonía que desde el mes de febrero se ha ido agudizando: la falta de agua, una bomba a la que podría quedarle poco tiempo para dejar sin una gota de líquido a los 5.3 millones de habitantes de la zona metropolitana de Nuevo León.
Desde hace varios días los ciudadanos han hecho eco en las redes sociales de que sólo tienen seis horas diariamente para llenar cisternas, tambos, tinacos, jarras y lo que sea que esté al alcance para poder sobrevivir mientras los invade el miedo de no saber cuándo será la última vez que vuelva a salir una gota de las tuberías.
La situación se agrava por las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días en los que el termómetro incluso ha llegado a tocar los 42 grados centígrados y en un panorama en el que al menos en lo que resta de junio y julio no se pronostican lluvias.
El estado de Nuevo León, que colinda con Laredo, Texas, en Estado Unidos, no enfrentaba una situación similar en al menos dos décadas e incluso su situación es la peor en su historia.
Hoy las familias deben despertarse a las cuatro de la mañana, a contrarreloj, para poder reunir todo el líquido posible hasta que a las 10 de la mañana vuelvan a cortar el suministro, aunque la batalla también se vive en las tiendas y supermercados, en donde el agua embotellada ha comenzado a escasear y se ha registrado un aumento en su precio.
A un paso de cerrar la llave
Nuevo León, actualmente gobernado por Samuel García Sepúlveda de Movimiento Ciudadano, posee al menos cuatro presas que abastecen de agua a los habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey: “El Cuchillo”, “La Boca”, “Salinillas” y “Cerro Prieto”, de las cuales una ya ha sido temporalmente cerrada, otra está en agonía y dos más cargan el peso de saciar la sed —y otras necesidades básicas— de los habitantes.
La presa “El Cuchillo”, ubicada en el cauce del río San Juan en el municipio de China, fue inaugurada en 1994 por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari con la intención de reforzar la distribución de agua en la Zona Metropolitana de Monterrey.
En el siguiente mapa de Timelapse puede verse la presa y sus cambios con el paso del tiempo (del año 1984 al 2020), sólo da clic al botón de play.
Aunque su embalse tiene capacidad para albergar 1,123 hectómetros cúbicos de agua, hoy día se encuentra en un 46% de almacenamiento (520,986 hectómetros cúbicos), siendo junto a “Salinillas” la presa que más disponibilidad de agua tiene al 9 de junio de 2022 con respecto a “Cerro Prieto” y “La Boca”, según datos del Monitoreo de las Principales Presas de México del Sistema Nacional de Información del Agua.
Por otro lado se encuentra “La Boca”, conocida de forma oficial como “Rodrigo Gómez”. Localizada a sólo 30 minutos de la capital neolonesa, fue construida en 1961. Su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) es de 35,000 hectómetros cúbicos, sin embargo, a la fecha se encuentra al 9% de su capacidad con 3,071 hectómetros cúbicos disponibles.
A finales del mes de marzo el gobierno de Nuevo León “cerró la llave” a esta presa, que por primera vez en sus 61 años de existencia dejó de suministrar el vital líquido a la zona conurbada, pues el agua que contiene apenas basta para la sobrevivencia de la flora y fauna del lugar.
Ante este panorama, colectivos de madres buscadoras también han aprovechado la oportunidad y se han trasladado a dicho lugar, en donde en algunas partes ya sólo hay tierra, para buscar algún indicio sobre sus familiares desaparecidos.
Otras de las presas en estado crítico es la de “Salinillas”, que se encuentra en el municipio de Anáhuac, y que tiene un almacenamiento de 19,011 hectómetros cúbicos, pero hoy contiene el 72% del agua disponible para la región, es decir 13,739 hm³, siendo el embalse que actualmente tiene todo el peso de abastecer a los neoleoneses.
Finalmente, la presa de “Cerro Prieto”, que se encuentra a 20 kilómetros al noreste de la cabecera municipal de Linares y que fue inaugurada en 1984, tiene una capacidad para almacenar 300,000 hectómetros cúbicos de agua, sin embargo, actualmente está al 2% de su capacidad (7,143 hm³), por lo que tiene sus días contados.
Aunque el problema de la escasez de agua se agravó en la última semana, fue el 3 de febrero de 2022 que el gobierno del emecista publicó en el Periódico Oficial del Estado de Nuevo León una declaratoria de emergencia por la sequía en la que se anunciaba:
“Ante la ausencia de lluvias, que han provocado un desabasto de agua en las presas Cerro Prieto y La Boca, el Gobierno de Nuevo León emitió una Declaratoria de Emergencia por sequía en la entidad […] Se suspenden todas las actividades que por su naturaleza ameriten el uso excesivo de agua. Se deberán realizar todas las acciones de carácter preventivo que eviten la operación de infraestructura hidráulica, para ayudar a mitigar los efectos de la falta de agua”, se consigna.
Asimismo, se señala que las presas no cuentan con el volumen mínimo requerido para soportar los meses de primavera y verano por lo que se pondrían en marcha acciones para mitigar los efectos de la falta de agua potable, que hoy han llegado a incluir multas a quienes realicen el riego de jardines y lavado de autos; reducción de horarios en las escuelas de educación básica, entre otras.
Samuel se “lava las manos”
“Desde hace varios años, Nuevo León sin Línea 3 del Metro. Próximamente, Nuevo León, sin agua. Esto pasa cuando se prefieren las elecciones en lugar de gobernar”, escribió Samuel García, entonces senador en agosto de 2018, quien hoy, ya como gobernador, ha causado polémica por quejarse de que le llueven “mentadas de madre” por la problemática que tampoco ha logrado solucionar.
El mandatario, quien también ha acusado a la administración de su antecesor Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” de vaciar las presas, estalló el miércoles durante una conferencia de prensa por problemas en los suministros de varios servicios.
“Ahora la mentada de madre también me llega porque no hay luz, como si yo manejara CFE; y ahora resulta que la mentada de madre es porque no hay agua, como si a mí me tocara el abasto de agua. Pues no, señores, el abasto del agua le toca a Conagua, el abasto de luz le toca a la CFE. A Agua y Drenaje (AyD) le toca organizar con los alcaldes la distribución, pero ¿Qué distribuye si no hay?”, dijo el 8 de junio.
Después, el político aseguró que él y su gobierno “aguantan vara”, pero sólo cuando es crítica constructiva: “Yo aguanto vara porque sé que vamos a arreglar esto y sé que no es nuestra culpa. Ahí está “El Bronco”, ahí está al que le deben de mentar la madre”, aseveró mientras presentaba su proyecto “El Cuchillo II”, con el que busca hacer frente a la peor crisis del agua que enfrenta la entidad, además de la puesta en marcha de 30 pipas.
Otra medida con la que el gobierno neolonés ha buscado hacer frente a la sequía ha sido el bombardeo de nubes para generar lluvias a través de una aeronave King Air 250 que descargó yoduro de plata, decisión que le ha dado frutos en la región de Hualahuises y la Sierra Madre.
Los encargados de dicha labor realizan un estudio de imágenes satelitales y otros factores como el viento para determinar en qué hora y punto exacto debe hacerse el bombardeo de nubes.
Con estas acciones se busca que el agua de las lluvias llegue a las presas “Cerro Prieto” y “La Boca”, mientras pipas siguen abasteciendo de agua a las colonias más afectadas.
Esta no es la primera vez que se recurre al bombardeo de nubes, pues en abril la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural estatal, en coordinación con la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), hicieron lo mismo con el objetivo de apagar un incendio en la Sierra de Santiago.
Finalmente, el presidente Andrés Manuel López Obrador también ha hecho diversos llamados a los empresarios de Nuevo León para que compartan el agua de los pozos con los que se abastecen sus empresas.
Simultáneamente, en otras entidades del país, hay otras bombas de tiempo que también están a punto de explotar como la presa “Emilio López Zamora” (con agua al 5%) en Baja California; “Punta de Agua” (0%) y “La Angostura” (13%) en Sonora; “La Boquilla” (25%) en Chihuahua; “Pedro José Mendez” (18%) en Tamaulipas; “El Centenario”(19%) en Querétaro; entre otras que se encuentran por debajo del 20% de su capacidad.