La ilusión de regresar a la vida normal en Tula

La ilusión de regresar a la vida normal en Tula

La normalidad pareciera haber llegado a Tula, donde las calles lucieron ayer como cualquier día normal, con gente caminando con niños, otros más comiendo helados, muchos degustando comida en los restaurantes del centro de la ciudad. Todo esto en un día caluroso de verano donde las heladerías tenían gran cantidad de clientes.

       También las tiendas del primer cuadro estaban muy concurridas y la gente hacía fila para ingresar a comprar. El tráfico en las calles regresó y muy difícilmente se podía encontrar un lugar para estacionarse.

       ¡Ah, qué día más bello!, diría cualquiera al ver cómo todo volvió a la normalidad, incluso, mucha gente no utilizaba el cubrebocas y con ello más parecía que los días pasados habían regresado.

     Sin embargo, toda esta belleza es sólo un buen deseo, algo que todos quisiéramos que fuera realidad, pero que realmente no lo es porque el COVID-19 está más presente que nunca y los casos positivos y las muertes aumentaron considerablemente, no sólo en Tula, sino en todo el estado.

     De la sonrisa pasaremos nuevamente a la tristeza y al confinamiento porque Hidalgo está nuevamente en semáforo rojo, es decir, es una entidad con un gran riesgo de contagios y ya se avizoran medidas sanitarias más estrictas para la población.

      Es muy posible que los comercios disminuyan sus días de venta o hasta puedan volver a cerrar sus puertas hasta que los contagios sean menos. Los antros que apenas habían abierto este fin de semana también podrían cerrar nuevamente y la alegría de muchos, tendrá que esperar unos meses más.

     La triste realidad es que el coronavirus se ha apoderado de la vida de todos nosotros, ya que todo gira en torno a este diminuto virus que llegó a destruirlo todo, absolutamente todo en nuestras vidas, y que desgraciadamente no se irá en el corto plazo, sino hasta que los investigadores logren concretar una vacuna eficiente que nos proteja y nos haga inmunes a este enemigo microscópico.

     Mientras tanto, habrá que esperar, habrá que tener paciencia y aguantar los embates del confinamiento y la falta de dinero. Quienes hemos logrado no contagiarnos, debemos reconocer que la salud es lo más importante y que hemos librado todas esas tristes historias de miles de familias que han perdido un ser querido o han tenido que pasar grandes penurias en los hospitales.

     Esto ya es mucha ganancia y debemos preservarlo con esfuerzo y disciplina. Ya regresarán los días felices y la libertad, ahora es mejor luchar por nuestra salud y sobre todo por nuestra vida.

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