Fallece a los 90 años la cantante Flor Silvestre

Fallece a los 90 años la cantante Flor Silvestre

Este miércoles se dio a conocer el fallecimiento de la actriz y cantante Flor Silvestre, a los 90 años de edad. De acuerdo a información dada a conocer por Televisa, “El cansancio detuvo su corazón rodeada de sus hijos y sus nietos”. Su deceso ocurrió en Zacatecas, en su rancho El Soyate.

Lamentablemente Falleció la Actriz y Cantante Flor Silvestre

El cansancio detuvo su corazón rodeada de sus hijos y sus nietos. Flor Silvestre descansará al lado de quién fuera su gran amor Antonio Aguilar. Murió a los 90 años de edad, en Zacatecas, en su Rancho El Soyate pic.twitter.com/FbdyT534wh

— TelevisaEspectáculos (@TvsEspectaculos) November 25, 2020

De acuerdo a la misma publicación, sus restos descansarán junto a Antonio Aguilar, su gran amor.

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Fototeca EL UNIVERSAL 

Flor silvestre, cuyo nombre real era Guillermina Jiménez Chabolla, fue una de las representantes del cine de oro mexicano, se le recuerda también por su peculiar y melodiosa voz. Se desarrolló en géneros como el bolero y la ranchera, y entre sus canciones destacan “Imposible olvidarte”, “Que dios te perdone”, entre otras.

El cine, destino de Flor Silvestre

La actriz y cantante debutó en el celuloide cuando tenía 20 años. Por la película «Flor Silvestre», estrenada cuando ella tenía 13 años, Guillermina Jiménez Chagoya eligió el nombre artístico que la acompañaría en su vida.

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Su primera aparición en la pantalla grande fue en 1950, luego de que el productor Americo Macini la escuchara en una de su giras y la invitara a  hacer su debut en «Te besaré en la boca», a la que seguiría ese mismo año «Primero soy mexicano», dirigida por el también actor Joaquín Pardavé.

En 1952 hizo lo que pocos logran: integrar una trilogía fílmica que comenzó con «El lobo solitario», siguió «La justicia del lobo» y terminó con «Vuelve el lobo», en todas compartiendo créditos con Dagoberto Rodríguez y bajo la realización del uruguayo Vicente Oroná.

Cinco años después fue en un set donde se encontró con el que sería su segundo marido por casi siete décadas: Antonio Aguilar. «En Los muertos no hablan», mientras Toño era un vengador enmascarado para defender a los campesinos, ella era la protagonista en busca de justicia.

Pero no sólo la contrataban para drama, sino también comedia, aunque siempre era la chica seria. Así pasó con «El bolero de Raquel», al lado de Mario Moreno «Cantinflas» y «Dos locos en escena», compartiendo set con la pareja de Viruta y Capulina.

Amante de los caballos y diestra jinete, fue llamada para estelarizar «¡Viva la soldadera!», ubicada en 1913 cuando un grupo de mujeres deciden sumarse a la revolución contra el mal gobierno.

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Hemeroteca EL UNIVERSAL 


Ya en 1961 Ismael Rodríguez, papá cinematográfico de Pedro Infante, la seleccionó para «Ánimas Trujano», cinta nominada al Premio Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera

A mediados de esa década comenzaría la colaboación estrecha en set con su marido Toño al realizar «El alazán y el rosillo», primera cinta inspirada en corridos mexicanos, llevados al cine por la pareja.

«Juan Colorado», «Caballo prieto azabache» y «El ojo de vidrio» llenaban las salas exhibidoras de entonces 3 mil espectadores como el Variedades, Mariscala y Sonora, los dos primeros cerca de la Alameda Central y el tercero, en la zona de la Merced.

Más de 70 largometrajes conforman la filmografía de Flor, contando también «La muerte de Pancho Villa», «El moro de Cumpas», «Benjamín Argumedo» y «Triste recuerdo», su última película, ésta filmada en 1991.

Flor Silvestre tuvo cinco hijos: Dalia Inés, Marcela Rubiales, Francisco Rubiales, Antonio Aguilar y Pepe Aguilar. Los nietos de Flor Silvestre y Antonio Aguilar forman una nueva generación de artistas, entre ellos Majo Aguilar (hija de Antonio) y Leonardo Aguilar y Ángela Aguilar (hijos de Pepe).
 

La música, su manera de vivir

Se llamaba Guillermina Jiménez, pero un día, cantando, encontró su verdadero nombre: Flor Silvestre. En aquella época acababa de salir la película Flor Silvestre, de Dolores del Río, y mientras que Guillermina interpretaba “La Soldadera”, el Locutor Arturo Blancas le dijo que ella más bien parecía una Flor, Flor Silvestre, y con ese nombre vivió toda su vida, incluso, la casa que construyó junto con su gran amor está llena de flores de piedra y cemento, para que a ella no le quedara duda de que esa casa era para Flor Silvestre, como ella misma cuenta en un documental producido por su hijo Antonio, “Mi destino fue quererte”.

Desde joven quedó descubierto su talento nato para el canto de diversos géneros: bolero, norteñas, mariachi, banda, vals, etc. y como ella decía, fue gracias a Cielo Rojo que se dio a conocer, por eso cuando la cantaba siempre recordaba el valor de esta canción en su carrera musical. Cuando Ángela Aguilar, su nieta, hizo su versión de Cielo Rojo, su abuela tiene una pequeña participación especial en el video, así como la casa donde ella habitaba.


La artista, con igual talento para el cine, era conocida como “La Voz que Acaricia”, trabajó en Columbia, RCA Víctor y Musart. Ganó un concurso de aficionados de la XEW y de allí fue contratada para trabajar en el elenco del Teatro Colonial.

Su voz fue emitida a distintas latitudes desde la XEW y fue allí donde conoció a Antonio Aguilar, con quien pasaría toda la vida y se convertiría en su compañero de canto y actuación. Antes de él, Flor estuvo casada con el presentador Paco Malgesto, con quien tuvo a Francisco y Marcela Rubiales, a quienes su padre le impidió que viera después del divorcio. Con Antonio Aguilar, procreó a Pepe y a Antonio.

“Imposible olvidarte”, “Pobre Corazón”, “Viejo Nopal”, “Guadalajara” y “Adoro a mi tierra” son algunas de las canciones con las que se dio a conocer y con las que dejó huella. Poco antes de la década de los 50, Hugo del Carril la contrató para actuar con ella en Argentina, y a su regreso, comenzó a trabajar en espacios como El Patio, y fue así como Emilio Azcárraga Vidaurreta la conoció y le ofreció trabajar en el programa Increíble pero Cierto, de la XEW y de allí fue contratada por cinco proyectos cinematográficos por Gregorio Walerstein.

“Adoro mi tierra”, “La Presentida”, “Pobre Corazón”, “Mi amigo el viento”, “Llorar amargo”, “Oye Morena” fueron algunas de las canciones que marcaron el inicio de los 50 para Flor, junto al Mariachi de Rubén Fuentes. 

También tuvo el “Dueto las Flores”, con su hermana La Prieta Linda, y en 1958, lanzó el disco “Flor Silvestre”, que contenía las canciones “Échame a mí la culpa”, “Lágrimas del alma” y “Amémonos”.

En 1962, lanzó el disco Flor Silvestre con el Mariachi México. Este material lo hizo con la disquera Musart, y en él se incluyen canciones como “Aquel inmenso amor”, “Renunciación”, “Para morir iguales”, y dos años después lanzó “Flor Silvestre con el Mariachi México, vol. 2”, con temas como “Plegaria” y “Quédate esta vez”.

Junto a Chamín Correa grabó el disco “La Sentimental Flor Silvestre”, con temas como “Mi destino fue quererte”. Durante sus conciertos, Flor recordaba un poco sobre cada canción, y en el caso de este tema, señalaba que era una de las que más satisfacciones le habían dado y que siempre le pedían en los conciertos

Su interpretación del vals “Celosa”, y el bolero “Hambre”, también tuvieron gran éxito con el público a finales de los 60.

Entre otros de sus álbumes destacan “Flor Silvestre y las canciones de sus tríos favoritos”, “Una gran intérprete y dos grandes compositores” y materiales dedicados a la música norteña como “La Onda Norteña de Flor Silvestre”. 
 
Flor Silvestre también cantó a Juan Gabriel y, como ella misma contó en una entrevista, el artista le enseñó a cantarla.

«Soledad, canto a mi amado y a su recuerdo», de 2010, fue su último álbum, dedicado a su esposo fallecido en 2007. En este material incluyó canciones de Álvaro Carrillo, como Luz de Luna y El Andariego, así como temas de Atahualpa Yupanqui, boleros y otras canciones.

Así como apareció junto a su nieta en alguno de sus videos musicales, Flor cantó con su hijo Pepe Aguilar en temas como «Para morir iguales». Hace un año, cantó «Gracias a la vida», de Violeta Parra, por motivo de su cumpleaños.

Planeaban festejar Navidad con el sazón de Flor Silvestre

La Navidad está por llegar y aunque no haya una gran celebración como en otros años, Pepe Aguilar deseaba comer el suculento bacalao que prepara su madre, Flor Silvestre. 

“Mi mamá siempre hace bacalao, pavo, pierna de jamón, tamales, romeritos, que no me gustan (risas), pero nunca podía faltar su famosísimo bacalao a la vizcaína, ¡no saben qué cosa tan buena!”, dijo recientemente en entrevista para el UNIVERSAL. 

En dicha entrevista, antes de que ocurriera el fallecimiento de Flor Silvestre, Pepe Aguilar comentó que para cuidar la salud de la familia,  celebrarían una Navidad más tranquila y sin invitados; planeaba pasarla con su madre.  

“Tenemos planeado mi esposa y yo hacer algo en casa de mi madre, pero no será como en otras ocasiones que nos juntamos 150, 200 personas, somos muchos, pero pues el Covid ahora sí que no está en nuestras manos, lo que sí está es protegernos de él. Ya nos hemos enfiestado muchas veces, ahora que sea de una manera más íntima y cuidada”, señaló. 

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Pepe Aguilar junto a su madre Flor Silvestre en julio de este año. Foto: Instagram 

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