Juan Gabriel vuelve a Bellas Artes de la mano de Rosy Arango
La cantante ofreció una velada mágica y ancestral con “Encuentros con la vida y la muerte”
Juan Gabriel volvió al escenario principal del Palacio de Bellas Artes, al menos en espíritu, mientras Rosy Arango y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes interpretaron “Cucurucucu paloma” durante los “Encuentros con la vida y la muerte”.
Las luces se apagaron para mostrar una tarima adornada con catrinas y flores de cempasúchil en punto de las 8:05 de la noche momento en el que el maestro, Luis Manuel Sánchez dio la orden para que sus músicos tocaran las primera notas de “La martiniana”.
“Hoy en día la humanidad es todo menos humana, esta es una canción que evoca al espíritu, la fe, la devoción, dejen que sus corazones vayan de un lado a otro con este maravilloso concierto que les hemos preparado”, dijo la cantante al finalizar este tema.
El concierto prosiguió con una seguidilla de canciones entre las que se contaron, “Dios nunca muere”, “Canción mixteca”, “La llorona” y “Tata Dios”, mismas que emocionaron al público que aplaudió al finalizar cada una de ellas.
Juan Gabriel, Tin Tan y más inundaron Bellas Artes
Hay canciones de la música popular mexicana que no se podían dejar fuera del concierto de Rosy Arango, por lo que teniendo un set limitado, decidió incluir a grandes de la canción “popular” nacional, entre ellos Tin Tan y Juan Gabriel.
Aunque antes de ellos, José Alfredo Jímenez se hizo presente con “El Jinete”, momento en el que la intérprete aprovechó para dejar un mensaje a los asistentes, en el que los invito a apoyar a los artistas nacionales en vida así como a abrir espacios como este recinto a la “música tradicional”.
“Los mexicanos no encontramos con la vida y la muerte, mágica es la manera en la que cantamos a la nostalgia, los mexicanos no le tememos a la muerte, la celebramos con copal”, reflexionó antes de iniciar con su último segmento de temas.
Para cerrar los “Encuentros con la vida y la muerte” junto a la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, Arango no se podía despedir sin traer de vuelta a Juan Gabriel al uno de los recintos que lo inmortalizó con una canción que él cantó en esa tarima, “Cucurucucu paloma” que fue seguida de “Cerró sus ojitos cleto” de Tin Tan con la que cerró el concierto.

 
			 
                                 
                                