AMLO quiere tener al INE alineado a su voluntad: Woldenberg

AMLO quiere tener al INE alineado a su voluntad: Woldenberg

De aprobarse la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, estaríamos a las puertas de un “nuevo autoritarismo”, donde el Mandatario federal propone a los consejeros electorales, advierte José Woldenberg.

Quien fuera el primer consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) —hoy INE—, manifiesta su impresión de que el Jefe del Ejecutivo federal quisiera tener al INE alineado a su voluntad, lo cual acabaría trastocando mucho de lo construido.

“A veces me pregunto: ‘Pues ¿qué esperan que el INE le haga caso a la Constitución o a la ley, como lo hace, o al Presidente?’. Yo creo que la voluntad del Presidente sería, me da la impresión, de que quisiera tener al INE alineado a su voluntad, lo cual acabaría trastocando mucho de lo construido”, comenta.

Woldenberg Karakowsky, quien será el único orador de la marcha de este domingo en defensa del INE, convocada por organizaciones de la sociedad civil, asegura a EL UNIVERSAL que es una manifestación de mucha gente preocupada por una reforma regresiva al sistema electoral.

Rechaza inicio del «bloque antigobierno»

En entrevista, rechaza que se trate del inicio de un “bloque antigobierno, más bien es la preocupación que tienen partidos y organizaciones civiles, ciudadanos en lo particular, sobre el futuro de las reglas electorales. Es una confluencia para defender el sistema electoral mexicano. Todo lo demás es especulación”, subraya.

Indica que no están dadas las condiciones y el ambiente para realizar una reforma electoral constitucional. Recuerda que en las ocho reformas que se han llevado a cabo, el motor que las impulsó fue la oposición.

Pero los cambios al sistema electoral han ido de la mano de debates, foros, intercambio de ideas que se presentaron cuando el PRI era el partido hegemónico y tenía los votos para por sí mismo modificar la Constitución.

El ex titulart del IFE refiere que el organismo y las reglas electorales que se han construido a lo largo de décadas permiten a la diversidad política del país convivir y competir de manera institucional y pacífica.

¿Cuál es su expectativa de la marcha de este domingo?—Espero que vaya mucha gente, espero que además se tome nota que hay mucha gente preocupada por la pretensión de modificar de manera regresiva el sistema electoral.

¿A qué se refiere usted con regresiva?

—Hoy contamos con un sistema electoral que se construyó a lo largo de varias décadas, de varias generaciones, que han dado las posibilidades que la diversidad política del país pueda convivir y competir de manera institucional y pacífica, eso lo puede constatar cualquiera. Hemos vivido fenómenos de alternancia en todos los niveles: municipal, estatal y federal, tenemos los congresos plurales, quien ganó hoy pierde mañana, el que gane en una región pierde en otras, es decir, hemos ido naturalizando el método civilizado para que sean los ciudadanos los que deciden quienes deben gobernar y quienes deben estar en el congresos.

Para eso fue necesario construir a través de acuerdos la legislación e instituciones que garanticen la certeza electoral a todos. Yo veo en la propuesta que se hace desde el Ejecutivo federal de reforma constitucional electoral, que se quiere volver alinear a la institución electoral a la voluntad del gobierno.

¿Eso a dónde nos regresaría?

—A la época de los 70, a la época de los 80, cuando todos sabíamos que la Comisión Federal Electoral no podía dar garantías de imparcialidad porque estaba habitada por los partidos políticos de manera desequilibrada.

Vale la pena recordar que el IFE surgió luego de la crisis electoral de 1988, cuando fue claro para todos, para el gobierno y las oposiciones, que México no podía ir a otras elecciones con las mismas normas e instituciones que nos habían llevado a una crisis de enormes dimensiones después de aquellas elecciones, y por eso se construyó el IFE, no fue la ocurrencia de nadie, fue la necesidad de la política mexicana.

El presidente López Obrador y Pablo Gómez, uno de los autores de la reforma, dicen que quieren liberar al INE de los partidos…

—No sé con qué elementos puedan decir eso, si alguno se ha beneficiado no por el INE, sino por los votos de las personas con el actual sistema electoral es precisamente Morena y el gobierno actual. ¡Hombre! No se necesita ser demasiado sagaz para entender que ellos gobiernan hoy el país, han ganado 20 gubernaturas, tienen cientos de presidencias municipales, tienen mayoría en el Congreso, todo eso lo han logrado con estas normas y con estas instituciones.

¿Cómo pueden afirmar que se trata de autoridades sesgadas a favor de X o Y? Las evidencias los desmienten.

Pablo Gómez dice que en el INE es incondicional la oposición, ¿comparte esa visión?

—No veo por qué. Yo que sigo lo que hace el INE, he visto que actúa conforme a la Constitución y a la ley, que es lo que debe ser, el instituto ha sancionado a todos los partidos cuando así ha sido necesario y actuado en efecto en algunos momentos, digamos ha tenido algunas resoluciones que no han gustado al Presidente y a Morena, pero curiosamente esas resoluciones han sido confirmadas por el Tribunal Electoral.

A veces me pregunto: ‘Pues ¿qué esperan que el INE le haga caso a la Constitución o a la ley, como lo hace o al Presidente?’ Yo creo que la voluntad del Presidente sería, me da la impresión, de que quisiera tener al INE alineado a su voluntad, lo cual acabaría trastocando mucho de lo construido.

¿Hay algo de la iniciativa que se discute que se salve, que sí pueda transitar?

—Lo que no hay es un ambiente, unas condiciones para la reforma electoral, porque las ocho reformas que se han hecho de 1977 hasta 2014, en todas su motor fueron exigencias de la oposición. Esta sería la primera donde lo que preside es la propuesta presidencial. Segundo, en ningún momento se llevaron a cabo consultas, foros, intercambio de diálogos, porque se trata de las reglas que tienen que cobijar a todos, no sólo una facción.

Incluso las reformas de 1977 y 1986, cuando el PRI era un partido hegemónico y tenía los votos suficientes para cambiar por sí mismo la Constitución y la ley, cuando en términos de votos no necesitaba a nadie más, en esas dos reformas hubo consultas a las que asistieron por partidos políticos, organizaciones civiles, académicos, periodistas, y algunas de las reformas que prosperaron salieron de esas mesas, en esas primeras no hubo consenso, pero en las últimas reformas fueron por consenso, pero ahora no se está buscando eso, por eso insisto, no hay las condiciones.

El Presidente dice que no va a desaparecer el INE ni el Estado organizará las elecciones, ¿usted le cree?

—A ver, esto no lo digo yo, lo dice la iniciativa, se crea el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas y señala que ahora los consejeros serán designados a través de una elección y que esos consejeros van a ser propuestos por el Presidente, el Congreso y la Suprema Corte. Es decir, el Presidente ya había salido de la propuesta y de la aprobación de los consejeros, ahora de nuevo entraría el Presidente. Ahora en el Congreso sabemos que Morena es la mayoría y que los candidatos simple y sencillamente no podrían hacer campaña en el país porque no tienen los elementos para ellos, entonces tendrían que hacer algún tipo de alianza con algún partido o hacer compromisos con los mismos, es decir, se acabaría desfigurando, pero además, ya lo han dicho otros, la iniciativa da la impresión de que el padrón electoral se lo quitan al INE porque sólo hablan de las listas nominales, además de eso todo el sistema federalista que ahora existe también desaparece. La iniciativa dice que se acaban todos los institutos locales y todos los tribunales locales, es decir, yo creo que para la gente que está interesada ojalá y se asome a la iniciativa de reforma constitucional para que vea.

¿Este movimiento en defensa del INE es el inicio de un bloque antigobierno?

—No, no, no, no, no, de ninguna manera, esto es una expresión de la preocupación que tienen partidos y organizaciones civiles, ciudadanos en lo particular, es una confluencia para defender el sistema electoral mexicano. Todo lo demás es pura especulación.

¿La participación de los partidos de oposición en la marcha no le quita este carácter ciudadano?

—¡Pero por favor! Los partidos políticos están integrados por ciudadanos, lo que pasa es que hay una perversión del lenguaje, ojalá y sirva para que los partidos se comprometan a mantener las normas e instituciones que han permitido elecciones libres en el país y si están en la marcha, mejor.

¿Cuáles son los riesgos de que esta reforma pase en el Congreso de la Unión?

—Estaríamos a las puertas de un nuevo autoritarismo, con un Presidente proponiendo a los consejeros electorales.

¿Qué opina de los adjetivos como hipócritas, corruptazos, fifís, aspiracionistas, lambiscones que ha expresado al Presidente para quienes asistan a la marcha?

—No es digno de un Presidente descalificar a ciudadanos que expresan una opinión y que se manifiestan.

¿Usted defiende al INE, a la democracia?

—Ambas. Defiendo al INE porque defiendo a la democracia.

El Presidente lo señaló como el “maestro” del grupo opositor en el INE que está en contra de esta reforma, ¿qué le responde?

—Nada, la verdad, ojalá pudiéramos elevar el nivel de debate y de confrontación de ideas.

¿Qué le dicen a los ciudadanos que no se han decidido en participar en la marcha?

—Ojalá que esta marcha sea muy nutrida, creo que es importante si queremos preservar mucho de lo construido en los últimos años.

¿Confía en la palabra del Presidente, de que están dando las garantías para esta manifestación?

—Sí.

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