Chofer entra en desesperación y vende sus ÓRGANOS en Internet, tras perder trabajo por culpa del Covid-19
La pandemia por Covid-19 no sólo ha cobrado la vida de cientos de personas, sino que ha devastado la economía del mundo y por consiguiente el trabajo de miles; ese es el caso del señor Jaudy Segura, quien tras cinco meses sin trabajo decidió vender su órganos.
Sí, justo como lo lees, la desesperación hizo que el hombre decidiera poner en venta sus órganos a través de Facebook todo con el fin de obtener dinero para alimentar a sus cuatro hijos y a su esposa.
“Espero salir avante (en relación a la venta de sus órganos). La desesperación me lleva a eso”, afirmó Jeudy, originario de San José, Costa Rica, durante una entrevista para El Universal.
Según narra el hombre, alquilaba un automóvil para la aplicación del transporte privado de Uber; sin embargo, tuvo que dejar su empleo desde que el Covid-19 llegó a su país y es que tal cual pasó en la Ciudad de México el Gobierno decidió reducir el tránsito vehícular.
“Cuando tenía trabajo, en mi casa había galletas, refrescos y comida para mis hijos y mi esposa. Ahora me piden galletas y ni eso puedo comprarles. Tengo cinco meses de no generar nada para mi casa.
¿Y a quién pido ayuda? Por eso decidí vender un riñón, parte de la piel, de la médula ósea, del páncreas y del hígado”, explicó Jeudy.
Ya tiene ofertas
El hombre confesó que aparecieron dos posibles compradores; sin embargo, Facebook desactivó su oferta de venta esto por violar sus reglas. A pesar de saber que es un acto ilegal en Costa Rica, esto por involucrar trata de personas con fines de tráfico de órganos.
Sin embargo, insistió en que venderá parte de su cuerpo a quienes necesiten un donante pues aseguró que “el verdadero precio de mi sacrificio es la felicidad de mi familia“.
Cuatro hijos, uno con autismo
Calderón narró que tiene 15 años de casado con Cecilia Madrigal Vargas de 32 años, con quien procreó a Jessica de 14 años, Santiago de 10 años, Nicolás de 6 y autista y Dana de 3 años. También se considera un padre responsable, pero por su situación económica se siente inútil y desesperado, esto debido a que los últimos meses sobrevivió con donaciones.
“Estoy sano. Cuando decido vender mis órganos es por desesperación. Reconozco que el Gobierno tampoco tiene culpa de la pandemia, pero ha habido un mal manejo para los desempleados. No quiero que el gobierno me mantenga”, dijo Jeudy.
