Día del Niño; entre prohibiciones de comida chatarra y secuelas económicas de Semana Santa
* El 35% de los niños de 5 a 11 años de edad y el 38% de los adolescentes de 12 a 17 años presentan sobrepeso u obesidad
* La prohibición de la venta de comida chatarra en las escuelas del país no ha cancelado su consumo ni reducido el acceso a estos productos
En México, la población infantil (de 0 a 17 años) asciende a aproximadamente 36.3 millones. Según datos recientes, el 35% de los niños de 5 a 11 años y el 38% de los adolescentes de 12 a 17 años presentan sobrepeso u obesidad, esto equivale a aproximadamente 13.5 millones de niños y adolescentes afectados.
En cuanto a la diabetes infantil, se estima que alrededor de 542,000 niños en México viven con diabetes tipo 1 y la incidencia de diabetes tipo 2 en menores ha aumentado, pasando de 2 casos por cada 100,000 habitantes en 2016 a 3 casos en 2020.
“El gobierno federal ha implementado como medida prohibir la venta de comida chatarra en todas las escuelas del país, abarcando desde educación básica hasta nivel superior desde el 29 de marzo de 2025.

Si bien esta acción busca proteger la salud de niñas, niños y adolescentes, en la práctica ha generado un efecto contrario: el consumo de estos productos se ha incrementado fuera del entorno escolar.
Muchos estudiantes ahora buscan formas alternativas de adquirirlos, ya sea a través de vendedores informales cerca de las escuelas o llevándolos desde casa, lo que evidencia que la medida, aunque bien intencionada, no ha logrado reducir el acceso real a la comida chatarra”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes.
FALTA CULTURA ALIMENTARIA
Esto es así pues la raíz del problema no está solo en la disponibilidad sino en la cultura alimentaria. Prohibir suele generar resistencia.
En lugar de imponer restricciones, es más efectivo apostar por la educación nutricional desde edades tempranas, involucrando tanto a familias como a docentes. Solo a través del conocimiento y el desarrollo de hábitos saludables, la infancia podrá tomar decisiones conscientes sobre su alimentación.

El Día del Niño llega este año con un ánimo apagado en muchos hogares, marcado por las secuelas económicas que dejó la Semana Santa. La quincena de finales de abril, lejos de destinarse a regalos o celebraciones, se está utilizando para saldar deudas acumuladas durante las vacaciones.
Comerciantes de ropa y juguetes han notado una baja en las ventas, reflejo de un entorno de consumo en el que las familias priorizan lo urgente sobre lo festivo.
“Aunque la ilusión infantil persiste, el contexto económico limita las posibilidades de celebración, dejando al Día del Niño con menos brillo del habitual, reduciéndose los regalos a pasteles y golosinas por su precio accesible, demostrándose de nuevo que la prohibición decretada no cumple su objetivo al no atacar el problema de raíz.”, concluyó Rivera.
