Ejército mexicano pierde 46 aeronaves en acciones antinarco
En operaciones contra el narcotráfico, el Ejército mexicano ha perdido 46 aeronaves, nueve de ellas derribadas por grupos criminales con armas de fuego como fusiles Barret calibre .50 y lanzacohetes RPG-7.
Del sexenio de Felipe Calderón a los primeros 18 meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, un total de 102 aviones y helicópteros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se han desplomado, 46 de ellos en operaciones contra el narco; 32, en labores de adiestramiento; 19, en traslados; dos, en vuelo de mantenimiento; uno, en pruebas en tierra; uno, en transporte, y uno, en vuelo de prueba.
Ocho de los nueve aparatos caídos por disparos de los cárteles en Sinaloa, Jalisco, Durango, Oaxaca y Guerrero eran helicópteros tipo Bell, los más afectados por el crimen organizado, según estadísticas de la Sedena obtenidas vía transparencia.
Del total de aparatos desplomados, 23 fueron en el sexenio Calderón, y 23, en la administración de Enrique Peña Nieto. En lo que va del gobierno de López Obrador se reporta el desplome de un helicóptero MD-530F por una falla mecánica durante un traslado en Chihuahua.
Las operaciones antinarcotráfico de los últimos 14 años le han costado al Ejército la caída de siete aeronaves en Sinaloa; seis en Michoacán; seis en Guerrero; cuatro en Chihuahua, y tres en Sonora.
La primera avioneta de la Fuerza Aérea Mexicana que se cayó después de que Calderón le declaró la guerra al narcotráfico fue un avión Pilatus PC-7, durante una operación en Baja California Sur, en febrero de 2006, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de información.
El caso que cimbró a las Fuerzas Armadas se registró en mayo de 2015, cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) demostró su poderío armamentista al derribar un helicóptero EC725 Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana, con un lanzacohetes RPG-7, durante un operativo federal en el municipio de Villa Purificación para capturar al capo michoacano Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, quien aún se mantiene prófugo.
Según la Sedena, en el helicóptero viajaban 16 militares y dos agentes de la extinta Policía Federal (PF), quienes al realizar reconocimientos aéreos localizaron un convoy de vehículos con personas armadas, en el que presuntamente viajaba El Mencho sobre la carretera Casimiro Castillo-Villa Purificación, Jalisco.
Al ser sorprendidos, los sujetos agredieron al personal militar con sus armas de fuego, impactando a la aeronave, lo que provocó que realizara un descenso de emergencia; siete elementos del Ejército murieron al desplomarse el aparato.
En agosto de 2018 seis presuntos integrantes del CJNG fueron detenidos por su participación en el derribo del EC-725 Cougar y en la emboscada a elementos de la PF, en marzo de 2015, en el municipio de Ocotlán, Jalisco.
En noviembre de 2017 un helicóptero fumigador del Ejército se vino abajo en la zona serrana de la comunidad Filo de Caballos, en el municipio de Leonardo Bravo, Guerrero. Las autoridades atribuyeron la caída a los alambres que colocan los amapoleros en esa región de la entidad.
Al realizar operaciones de fumigación de plantíos de amapola y marihuana, un Bell 206 matrícula 1679 de la Fuerza Aérea Mexicana se vino abajo en el municipio de Tamazula, Durango, en octubre del año pasado.
La Sedena informó que “debido a la pericia y maniobra de emergencia efectuadas por el piloto, los tres tripulantes resultaron ilesos, aunque lamentablemente el piloto perdió la vida”.
En 2008, dos años después de que Calderón le declaró la guerra al narcotráfico, un helicóptero del Ejército se desplomó en una operación contra el crimen organizado en una comunidad del municipio de Uruapan, Michoacán, dejando 11 militares muertos.