Fundan una pequeña Haití en la calle Cuba de la CDMX

Fundan una pequeña Haití en la calle Cuba de la CDMX

En el centro de la Ciudad de México, encuentran alimento y hospedaje

En la calle de Cuba se encuentra una discreta cafetería de nombre La Resistencia, este espacio, en el corazón de la Ciudad de México, levanta su cortina desde las ocho de la mañana, aquí albergan distintos proyectos artesanales y ahora sirve como un lugar de descanso para la comunidad migrante haitiana.

“Una de nuestras compañeras publicó en sus redes sociales que había un grupo de haitianos afuera de la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), y decidimos abrir la cafetería para darles techo y comida, momentáneamente a los migrantes”, relató Mariana Nahon a El Heraldo de México.

Fue el martes 21 de septiembre cuando llegaron seis familias haitianas, y este lugar se convirtió en un improvisado albergue.

“Se empezó a correr la voz y comenzaron a llegar familias enteras de haitianos, en menos de una semana hemos atendido a 50 personas, sólo podemos ofrecer comida y productos de higiene personal, todo ha sido donado, no podemos darles hogar, pero los hemos canalizado a albergues de la CDMX y hostales”, explicó Mariana.

El sol de medio día ilumina el patio de Trixia, una mujer originaria de la Ciudad de México, quien en 2010 trabajó de manera voluntaria en Haití y ahora, con la llegada de migrantes a la capital, ofreció su casa para que haitianas pudieran preparar comida originaria de su país. Trixia vive a unas cuadras de la cafetería La Resistencia.

Ahí, Gerline dijo que ha pasado por 11 países para llegar a la capital:  Chile, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala.

“Tengo 25 años, ustedes saben que allá no hay trabajo, no queremos mucho, sólo queremos una vida mejor, por eso salimos de nuestro país”, explicó.

Gerline dejó a su mamá y sus hermanas, viene acompañada de su novio y cinco amigos que conoció en el camino. Al llegar a la Ciudad de México, ella y sus acompañantes conocieron a Ana Enamorado, una activista hondureña que radica en la capital desde hace nueve años, integrante de La Resistencia y quien al enterarse de la situación decidió ayudar.

“Lo que hago es tomarles datos, revisarles sus documentos, hacerles una entrevista y canalizarlos a  refugios”, detalló.

Por ahora la joven haitiana y sus amigos pasan la noche en un hostal de la colonia Guerrero que Ana Enamorado les consiguió. “Quiero quedarme pero me dijeron que no hay trabajo,  en México no nos quieren dar los trámites, nos dijeron que en 45 días nos van a llamar pero sin dinero, sin trabajo, ni siquiera dónde vivir, cómo vamos a hacer”, se cuestionó Gerline.

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