No los dejaron pasar a La Villa, pero sí hubo peregrinos que, en grupos, caminaron en CdMx

No los dejaron pasar a La Villa, pero sí hubo peregrinos que, en grupos, caminaron en CdMx

A pesar de que las peregrinaciones fueron canceladas debido a los aumentos de contagios por COVID-19, cientos de personas realizaron caminatas hasta donde los cercos policiacos les permitieron llegar, para acercarse lo más posible a los santuarios de la Virgen de Guadalupe.

México, 12 dic (EFE).- El año 2020 dejó este sábado su enésima imagen inédita con el cierre a cal y canto de la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México en el gran Día de la Virgen, que diluyó el sueño de millones de fieles que cada año participan en la peregrinación católica más grande del mundo.

El mismo Presidente, Andrés Manuel López Obrador, celebró en redes sociales “la responsabilidad del pueblo de México ante la pandemia” por no acudir al templo dedicado a la Guadalupe, patrona de América Latina, pese a ser el símbolo más venerado por los mexicanos.

Lo cierto es que, ante el disparo de contagios de COVID-19 en la capital, la Basílica amaneció desde el viernes blindada por verjas y cordones policiales que evitaron la tradicional peregrinación de cerca de 12 millones de personas que cada año deriva en una concentración masiva a su alrededor.

“Ya teníamos que venir, hasta donde pudiéramos llegar, lo importante es hacer la caminata”, contó a Efe Daniel, un joven de 26 años que andó durante siete horas desde el sur de la capital con cubrebocas y un cuadro de la virgen morena a cuestas para pedirle salud y trabajo.

Su congregación tuvo que cancelar una peregrinación desde el vecino estado de Puebla el pasado noviembre, pero Daniel ni se planteó renunciar al Día de la Virgen. Por eso, junto a dos amigos fue burlando los cordones policiales a través de callejuelas hasta llegar a una cuadra del templo. Ya no pudo avanzar más.

Elementos policíacos resguardaron el acceso a la Basílica de Guadalupe para evitar el paso de los peregrinos.
Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro.

“Me da pena porque estamos acostumbrados a llegar cada año a la Basílica y no se pudo”, contó.

Fueron pocos los que, como Daniel, lo intentaron. La pandemia doblegó el fervor y no dejó ni rastro de los habituales ríos de gente, ni de las tiendas de los peregrinos que acampan en la zona ni de los sacrificios de los más devotos, que llegan al templo de rodillas para agradecer milagros a la Virgen.

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Solo pequeños grupos de fieles se asomaron a las verjas para orar lo más cerca posible de la Guadalupe ante el nerviosismo de policías que rogaban por que se mantuviera la sana distancia.

LA GUADALUPE SE QUEDA EN CASA

Primero fue el Día de la Independencia, luego el Día de Muertos y ahora se suma el Día de la Virgen a la lista de festejos sagrados que los mexicanos han tenido que hacer en sus casas por una pandemia que se ha llevado al menos la vida de 113 mil mexicanos.

Dos fieles lloran afuera de la Basílica de Guadalupe la cual permanecerá cerrada hasta el domingo. Foto:
Daniel Augusto, Cuartoscuro.

Cargada de fervor guadalupano, Susana se adaptó a los nuevos tiempos y puso un altar a la virgen en su casa lleno de flores y veladoras, le cantó el viernes por la noche las tradicionales “Mañanitas” y siguió la misa a través de internet.

No obstante, la tradición de cada año la empujó a acercarse un momento a la Basílica junto a los hijos de su sobrina. “Dije que a lo mejor se puede entrar y regresar aquí rápido pero no se pudo y hay que comprender la situación”, contó.

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