Putin ofrece a soldados rusos regresar al ejército tras rebelión fallida del Grupo Wagner
El mandatario ruso indicó que sus soldados contrarrestaron la acción del grupo militar liderado por Yevgueni Prigozhin y acusó de “traidores” a los organizadores de la rebelión
Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, dio este lunes un mensaje a la nación, tres días después de la fallida rebelión orquestada por el Grupo Wagner y prometió que habrá “justicia” ante la traición, a la vez que subrayó y elogió la “unidad rusa”.
En el mensaje videograbado, que pareció un intento por calmar la situación y las denuncias de que no tiene el control del país, Putin prometió que los responsables de la revuelta armada que sumió a su país en el caos serían «llevados ante la justicia«.
Putin se mostró desafiante pero ofreció poca claridad sobre la situación. “Cualquier chantaje está condenado al fracaso”, dijo, afirmando que sus fuerzas podrían “haber aplastado de cualquier modo” la revuelta que supuso el mayor desafío a su gobierno en más de 20 años y dejó al Kremlin luchando por restaurar una sensación de estabilidad.
En su discurso, de apenas cinco minutos, acusó de “traidores” a los organizadores de la rebelión, sin mencionar en momento alguno al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prihozhin, quien horas antes dio su propio mensaje resaltando que, de haber querido, habrían tomado el control del país.
“Ha sido una amenaza colosal”, dijo Putin, quien elogió “la solidaridad civil” que, según él, “demostró que cualquier chantaje e intento de organizar un motín interno acabará en derrota».
Putin lanzó una oferta a los miembros de Wagner: sumarse al ejército o irse a Bielorrusia. “Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia al firmar un contrato con el Ministerio de Defensa (…), regresar con su familia y amigos. O los que quieran pueden ir a Bielorrusia”, explicó.
“La mayoría de los Wagner son también patriotas de Rusia. Han demostrado su valentía al defender Donbás [en la guerra con Ucrania] y, sin embargo, se les animó a luchar contra sus compatriotas”, insinuando que fueron utilizados.
“Al dar marcha atrás evitaron un mayor derramamiento de sangre”, añadió. “Tenemos que pensar en las personas que realmente decidieron hacer esto”. Con ellos, aseguró, no habrá piedad.