Terror en el consultorio; mujeres viven abuso sexual por parte de médicos, la mayoría estaba sedada cuando ocurrió

Terror en el consultorio; mujeres viven abuso sexual por parte de médicos, la mayoría estaba sedada cuando ocurrió

Las víctimas relatan que los especialistas buscaron quedarse solos con ellas

El juramento hipocrático es una ceremonia por la que pasan los médicos al recibirse. En esta los galenos recibidos prometen conducirse bajo lineamientos en el respeto a los derechos humanos y la ética. Uno de sus extractos dice lo siguiente: 

«A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos».

Pese a esto, como en todas las profesiones hay quienes buscan aprovecharse de la confianza de sus clientes y pacientes para agredirlas sexualmente. En la mayoría de estos casos, las víctimas son puestas en un papel de vulnerabilidad para ser atacadas.

Las sedaba, les ponía batas diminutas para abusar de ellas

El método usado por el doctor Luis Antonio Hernández Robledo era tan simple como tan ruin. Utilizando una sustancia que adormecía el cuerpo de sus pacientes, las sedaba para que quedaran inconscientes y después abusaba sexualmente de ellas. 

Jaqueline Leroy fue una de sus pacientes. Acudió al médico para que la atendiera por un dolor que sufría en uno de los dedos del pie. Durante la consulta, el especialista le comentó que debía inyectarle en la zona, pero para evitar un dolor mayor, debía también aplicarle un fármaco en el glúteo. 

«Para cuando regresa yo ya estoy como mareada, aturdida. Sí, pasé un tiempo totalmente perdida, totalmente dormida». 

La recuperación de la conciencia no llegó en intermitencias para Jaqueline, quien cada vez que podía abrir los ojos se percataba de que el médico la estaba tocando en varios puntos del cuerpo.

«Vi perfectamente cómo el doctor se estaba masturbando». 

Tenía un modus operandi

No es el único caso.Laura Lebrija respalda esta historia con su testimonio, por el cual confiesa haber sufrido el mismo abuso por parte del doctor. 

El terror comenzó cuando el galeno la colocó boca abajo sobre la cama médica y escuchó cómo el hombre comenzó a quitarse la hebilla del pantalón. Al momento de intentar reincorporarse, el sujeto la empujó con el brazo para impedirlo.

Lourdes Christlieb acudió también a la consulta para atender un dolor que tenía en la rodilla. Dentro del consultorio, el médico le pidió que se desnudara completamente para ponerse una bata mucho menor a su talla. 

Todas las víctimas denuncian que la forma en la que actuaba el médico consistía en que las mujeres que asistían a buscar un diagnóstico eran obligadas a quitarse la ropa, ponerse una bata muy pequeña y a colocarles una inyección para que perdieran el conocimiento y perdieran el conocimiento.

Estas conductas, nunca se reportaron en sus encuentros con hombres que acudían para que aliviara sus dolores o padecimientos. 

De acuerdo con el Código Penal Federal, este tipo de agresores debe recibir de seis a trece años de prisión y hasta quinientos días multa por realizar estos actos. Sin embargo, por el tiempo que ha pasado de estos ataques que muchos han prescribido. 

«Deja una huella muy grande en mí porque me parece muy triste estar vulnerable, estar adolorido; necesitar que alguien le ayude a uno a resolver eso y tener que estar desconfiando», dijo Lourdes. 

Piden que se quede sin licencia

Al menos 20 mujeres han denunciado estos ataques, por lo que el médico ha sido vinculado a proceso, aunque sigue este procedimiento en libertad. Aunque lo han separado de su cargo en el hospital de Interlomas

El abogado de las víctimas tiene dos consignas claras: hacer que es te sujeto pague por haber violentado a las mujeres y, además, que se suspenda su posibilidad de desarrollarse profesionalmente en el campo de la medicina. El siguiente paso en el caso es la realización de las investigaciones complementarias. Esto podría durar hasta seis meses.

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La agresión contra Ana Paula

Ana Paula vivió una experiencia similar a las de las mujeres agredidas en Interlomas. Después de un procedimiento clínico que se llevó a cabo en el hospital Star Médica de Veracruz, denuncia, fue trasladada a su cuarto para recuperarse. 

Pasaron varias horas para que recobrara la movilidad de su cuarto debido a que se encontraba sedada. Al igual que en los casos anteriormente mencionados, la agresión se llevó a cabo cuando se encontraba en el estado más frágil.

«Desperté, pero mi cuerpo no tenía la suficiente fuerza para moverse, para poder seguir abriendo los ojos», dijo. 

El agresor, a quien no pudo identificar, la manoseó de manera agresiva en todo el cuerpo. Finalmente, le separó las piernas y tocó sus partes íntimas. 

«Ya no supe qué más pasó. Ya no me enteré de qué pasó después», dijo en una conferencia de prensa que brindó para denunciar el ataque.

Las autoridades investigan este caso; sin embargo, las pesquisas no avanzan debido a que la clínica se ha negado a brindar las bitácoras de atención o las grabaciones que podrían ayudar a dar con el atacante. 

Actualmente, la joven se enfrenta a problemas psicológicos que son atendidos por un especialista. Las consecuencias de esta violación a su intimidad le ocasionó además complicaciones que la hacen sentirse perseguida, según un dictamen del médico legista que la atendió.

Practicante abusa de una menor de edad

El pasado 30 de abril, un hombre llevó a su hija menor de edad al Hospital General «Dr. Nicolás San Juan» para un chequeo de rutina. Durante la consulta, el practicante le pidió al hombre que abandonara la habitación para realizar continuar con la atención a la niña. 

Fue entonces que el médico aprovechó que se encontraba solo con la pequeña para comenzar a manosearla sin su consentimiento. La agresión pudo haber quedado así, pero la víctima comenzó a gritar. 

Esto ocasionó que el padre entrara de nueva cuenta a la habitación. Al verse descubierto, el galeno escapó de la clínica para impedir pagar por estos hechos. 

Gracias a una denuncia realizada por el tutor y la niña, las autoridades pudieron emitir una orden de arresto en contra del presunto agresor. Debido a la gravedad de este delito y al riesgo de fuga, el médico fue enviado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Santiaguito, en Almoloya de Juárez

Hasta el momento, el caso se encuentra en la acumulación de evidencias por parte de la Fiscalía General del Estado de México. El hombre está vinculado a proceso, por lo que en unas semanas podría recibir una sentencia o ser liberado. 

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