EDITORIAL
PEMEX
ATENTA CONTRA LA ECOLOGÍA
Y
LA SIEMBRA DE CULTIVOS
Terrible noticia es la que nos hemos enterado de que la refinería Miguel Hidalgo derramó miles de litros de productos químicos al río Tula y lo hizo, muy probablemente sólo porque «se le ocurrió» tirar los desperdicios que tenían en el emisor que llega a la colonia de Pemex, sin pensar en las graves consecuencias ecológicas que esto va a provocar, no sólo a la vegetación de la ribera del río, sino a las tierras de cultivo a donde van a dar finalmente estas aguas.
Es increíble que el personal de Pemex sea tan irresponsable y que literalmente haga «lo que se le pega la gana», sin que nada ni nadie verifique que esta gente cumpla al 100% las normas sobre sus desechos industriales y la forma en que se tiene que deshacer de ellos.
¿Acaso esta gente no tiene la preparación para saber que estos desechos están llenos de productos químicos que pueden dañar la flora y la fauna de la ribera del río Tula, y más aún, que las aguas negras del río se utilizan finalmente en las parcelas de miles de campesinos y productores para la siembra de maíz y hortalizas?
Es fácil notar que a los supuestos especialistas de Pemex se les hizo muy fácil tirarlas al río, porque «al final ya lleva aguas negras que son de desperdicio». Vaya aberración si así lo pensaron, porque estas aguas, aunque son de deshecho, han tenido un propósito para la producción de alimentos en las parcelas de los agricultores.
¿Y ahora, quién le pagará a los campesinos si hay daños severos a sus tierras de cultivo, o cómo se mitigará el daño si se afecta a los enormes árboles, principalmente fresnos, que hay en la ribera del río?
Creemos que este ecocidio, como no es exagerado llamarlo, tendrá severas consecuencias.
Y luego del malestar y la preocupación que se generó entre los tulenses, finalmente acudieron los «especialistas» de la refinería para tratar de recoger lo que más puedan, según ellos, de los productos químicos.
Suena irrisorio que ellos mismos echaron sus químicos y ahora tratan de recogerlos como si fuera tan fácil evitar el daño que ya hicieron.
URGE SANCIÓN MILLONARIA
Asimismo, vamos a ver si pagan las millonarias pérdidas que esto muy posiblemente generará, o si como suele suceder, dejan a su suerte a los campesinos.
Desde donde se vea, este es un daño mayor y las autoridades federales, llámese Semarnat o el área de Ecología de la presidencia de Tula, deben hacer su trabajo y verificar que no ocurra este tipo de situaciones, tienen que estar en contacto directo con el personal de la refinería y evitar que hagan estos atentados contra la ecología y los cultivos.
Ahora Pemex debe tener una fuerte multa para que no vuelva a hacer esto y quizás hasta sancionar con despidos a quienes tiraron los químicos al río Tula.
Ya de por sí, la zona de Tula es una de las más contaminadas del país y Pemex sigue contribuyendo a generar todavía más daños. Esto no se vale y merece las sanciones necesarias.