TERMINA EL 2020, UN AÑO LLENO DE DOLOR Y TRISTEZA

EDITORIAL

 

TERMINA
EL 2020, UN AÑO LLENO

DE
DOLOR Y TRISTEZA

 

 

El año 2020 se está terminando y pareciera que todos queremos que se acabe, porque sin duda
alguna, ha sido el año más difícil de nuestras vidas. Un año que nos ha dejado
una honda huella, con cicatrices que nunca se olvidarán. Y es que culminan 12
meses de sufrimiento, dolor intenso, lucha constante, falta de dinero y mucho,
mucho más……

       En los últimos días de este aciago año,
mucha gente se encuentra afuera de los hospitales, incluso durmiendo en la
calle, en espera de buenas noticias de que sus familiares estén superando la
enfermedad del Covid-19.

       Otros más ni qué pensar de que hayan
tenido cena de Navidad si se la pasaron velando a sus enfermos y cuidando que
no les faltara aire para poder subsistir, o quizás recorriendo los hospitales
para ver en cuál podrían darles algún espacio para dejar a su enfermo que se
contagió de este terrible virus.

     La tristeza y el profundo dolor también
estuvieron presentes en muchísimos hogares, donde este año no cenó con ellos el
papá, la mamá, algún hermano, novio o amigo muy querido que falleció a causa de
la pandemia más terrible que hemos vivido.

     En otros casos, muy tristes también, la
familia quizás no tuvo ni siquiera lo indispensable para llevar algún alimento
a su mesa en esta Navidad, porque no hubo trabajo, no hay dinero porque el jefe
o jefa de familia se quedaron sin empleo y no hay nada qué festejar.

     En las noticias vemos también las enormes
filas de gente que vive en la calle y que acude a iglesias o centros de apoyo
donde les ofrecen un paquete con comida o un techo donde dormir.

     Pero, por el lado contrario, también hay
muchos afortunados, muy afortunados, a donde no ha tocado su puerta la muerte,
o donde, incluso, no se han infectado del coronavirus. Son los menos, pero
increíblemente los hay, y por ello deben estar sumamente agradecidos con el Ser
Supremo y con la vida, porque gozan de paz y sobre todo, de salud.

     Las historias y los recuerdos que nos
dejará este año son muchos, muchísimos… pero principalmente, aunque nos duela,
habrá que verlos como grandes lecciones que nos ha dado la vida.

     Son momentos de aprendizaje que nos han
enseñado lo frágiles que somos los seres humanos y que todavía, a pesar del
gran avance tecnológico que vivimos, hay situaciones que nos afectan y que, muy
a nuestro pesar, pueden destruirnos fácilmente.

     Quienes hemos logrado sobrevivir y podemos
leer este texto, debemos sentirnos triunfadores porque todavía estamos aquí,
porque podemos respirar libremente y quizás comer lo necesario, tener un techo
donde dormir y hasta un modesto trabajo que nos brinda alguna seguridad
económica.

     Literalmente somos sobrevivientes a una
hecatombe (suceso trágico en que se produce una gran destrucción y muchas
desgracias humanas o materiales) y que todavía no nos ha alcanzado y que ojalá
así sigamos a lo largo de nuestras vidas.

 

     Por ello, desde este espacio deseamos a
nuestros lectores, anunciantes y amigos en general, que el año 2021 sea una luz
que ilumine nuestro camino y nos haga renacer hacia la esperanza y la
felicidad. ¡Feliz y próspero Año Nuevo! 

 

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