Damnificados quemaron unos 50 colchones frente a la presidencia para protestar porque eran de reuso y estaban sucios de orines y heces fecales
* Hubo enfrentamiento cuando salieron funcionarios del ayuntamiento y una mujer resultó golpeada
En represión por parte de la Policía municipal hacia damnificados de la inundación del pasado septiembre en Tula, terminó la manifestación pacífica que los afectados mantuvieron la tarde de este miércoles frente a la presidencia municipal, en protesta porque el gobierno local les donó colchones reciclados, los cuales se hicieron pasar como nuevos. Durante el acto de protesta decenas de estos artículos fueron quemados.
Los inconformes expresaron que su molestia no es porque les hayan entregado artículos reciclados, sino porque estaban contaminados con orines, heces fecales, ácaros y hasta chinches, por lo que el ayuntamiento, expuso aún más la salud de los perjudicados.
Afirmaron que, en esos días, la higiene de por sí se vio altamente vulnerada porque la ciudad estuvo sumergida durante más de dos semanas en las aguas negras del río Tula.
El altercado entre la fuerza pública y los manifestantes sobrevino luego de que los uniformados sacaron a un grupo de funcionarios municipales que aún se encontraban en el palacio de gobierno, entre los cuales, supuestamente se hallaba el edil Hernández Badillo.
Según versiones ciudadanas, el presidente y sus colaboradores salieron entre golpes y empujones.
LA REGIÓN pudo constatar que la gresca inició porque una mujer policía agredió a una manifestante que intento obstruir el paso al grupo de servidores públicos, cuando se disponían a abandonar el lugar, alrededor de las 19:30 horas. La gente fue dispersada con supuesto gas lacrimógeno.
Antes del zafarrancho, los quejosos, provenientes de localidades como Denguí, Centro, La Malinche, 16 de Enero y San Marcos, cumplieron su advertencia de llevar los colchones al palacio de gobierno y quemarlos ahí como signo de protesta y coraje.
Los damnificados, en su mayoría integrantes de la Gran Asamblea de Afectados Tula 2021, transportaron a bordo de distintas camionetas cerca de 50 colchones que arrumbaron frente a la puerta de la alcaldía, en donde, posteriormente les prendieron fuego.
Ardieron un aproximado de 50 colchones, los cuales, antes de ser consumidos por las llamas fueron abiertos ante los ojos de cientos de personas que se encontraban en el sitio, quienes pudieron comprobar que los productos estaban empaquetados como nuevos, pero en su interior tenían hasta tres forros diferentes, lo que demuestra que fue la cuarta reutilización que se les dio.
Cabe recordar que el pasado 6 y 7 de septiembre, el centro de Tula y nueve localidades de la demarcación se vieron afectadas por una inundación sin precedentes, tras el desbordamiento del río Tula, emergencia que dejó un saldo de más de 35 mil afectados.
Para “ayudar” a los damnificados, el gobierno municipal compró 763 colchones matrimoniales e individuales, los cuales fueron facturados por un monto global de 979 mil 679 pesos con 56 centavos.
Desde que se supo de la compra, dos semanas después de las inundaciones, los ciudadanos acusaron sobreprecio de los productos, lo que se agudizó cuando descubrieron que se trataba de colchones hechizos, que habían sido reciclados hasta en cuatro ocasiones. Tal circunstancia generó inconformidad en los afectados, quienes quemaron al menos 40 colchones frente a la presidencia de Tula.
De acuerdo con la solicitud de información 130225900000822, en poder de este medio, los colchones fueron comprados a tres proveedores: Comercializadora Nassim S.A.deC,V.; la persona física, Erandeni Yunnuen León López y a Expomuebles San Lorenzo, con quienes se adquirieron 428, 200 y 135 jergones respectivamente.
Según una investigación del grupo Unidos por Tula (UxT), los colchones reciclados tuvieron un costo de armado de entre 50 y 100 pesos, pero fueron facturados por un aproximado de mil 283 pesos cada uno.
Representantes de los afectados, en su mayoría integrados a La Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, denunciaron haber sido víctimas de represalias y amenazas de todo tipo por parte del gobierno en funciones, por lo que responsabilizaron a Hernández Badillo de cualquier cosa que les pueda ocurrir a ellos o a sus familias.
Pese a que dos manifestantes fueron golpeados por la Policía municipal durante la protesta que llevaron a cabo, los líderes del movimiento sostuvieron que no se dejarán amedrentar y que seguirán con sus actos de protesta hasta que el gobierno en funciones pague el atentado contra la salud que hizo en contra de la población.
Indicaron que su lucha seguirá porque reclamar por el atropello de los colchones y por el bien común de los damnificados es una causa justa, por lo que este acto de cobardía y corrupción no debe quedar impune.