Artesanos salieron a vender sus productos afuera de la zona arqueológica
*Están desesperados pues no tienen apoyo y llevan ya más de 10 meses sin laborar
Ante la falta de apoyo económico de los tres niveles de gobierno para poder sortear la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus y el cierre de la zona arqueológica de Tula durante más de 10 meses -lo que los mantiene sin poder laborar- artesanos que venden sus productos del recinto prehispánico comenzaron a vender afuera de la antigua Tollan, cerrada desde el 15 de marzo de 2020.
En entrevista con LA REGIÓN, los artífices, que se agrupan en el Movimiento de Afectados de la Zona Arqueológica, aseguraron que de los 150 artesanos que ofrecen sus manualidades y 550 personas que dependen directa e indirectamente del viejo centro ceremonial tolteca, apenas se han colocado unos 10 o 15 puestos, debido a que realmente no hay mucha venta y poca gente se acerca al lugar. “A las personas que se acercan les logramos vender unos 40 pesos… si bien nos va 80, a veces no vendemos nada en el día… es cuestión de suerte”. Se dijeron sabedores que, al salir a las calles, a realizar su actividad se exponen a un contagio de covid-19, que los podría llevar a estar gravemente enfermos e incluso a la muerte, pero sostuvieron que la necesidad los obliga a trabajar dado que prefieren morirse en la línea ganándose el sustento diario a estar en casa encerrados y morir de hambre.
El líder del Movimiento, Alejandro Barrientos Adolfo, cuestionó a los tres órdenes de gobierno respecto a dónde están esos apoyos que tanto pregonaron en meses pasados, dado que ni uno llegó a los artesanos de la zona arqueológica de Tula, ni todas las demás personas que dependen del complejo. Aseveró que en sí no demandan migajas del gobierno, y que sólo quieren que abran la zona arqueológica y que les permitan laborar.
