Calaveritas de LA REGION
LA HUESUDA BRINCA CONTENTA
La huesuda brinca contenta
finalmente lo ha conseguido
han muerto las calaveras
y la tradición quedó en el olvido.
Las calaveras murieron
no es difícil de entender
se murieron de tristeza
nadie las quería componer.
De Baja California a Yucatán
se escucha el llanto del velorio
y es que papel y palabras
penan ya en el purgatorio.
Ya nadie las quería leer,
decían que eran cosas de viejitos
flacas lágrimas de tinta
rodaban por sus ojitos.
Es trágica la muerte de esta tradición
culpa de todos los mexicanos
a los que olvidados en el panteón
calaveras y diablitos les trinchan el corazón.
La muerte viene de manita sudada
a su lado viene un monstruo gringo
entre Halloween y pizza helada
las calaveras al hoyo se echan un brinco.
La muerte presurosa no para de trabajar
los restos de las calaveras
no son fáciles de arrastrar
“a estos versos ojerosos me los llevo
a la tumba a comer tamalitos
y bailarnos una rumba”.
“Ay pelona desgraciada,
cruel será la penitencia”
maldecía una calavera de la que
la muerte no tuvo clemencia.
La ultima de las calaveras gritaba
con dolor “¡Ay canija! ¡Ya me llevas!”
pero con harto amor.
La muerte contenta,
de la calidad del cargamento
baila, patina, canta y da saltos
de contento
“para esta bola de calaveras,
muy cruel será el tormento”.
Al hoyo fueron todas,
ingeniosas o sin talento
el epitafio así lo dice: “yace aquí
del ingenio un buen invento”.

HUACHICOL
El huachicol era ya un terrible problema
por dondequiera había explosiones,
picaban los ductos de Pemex
y todo era terror.
Ya la población no aguantaba
tan horrible situación
y entonces la prensa entró en acción.
Ya no quiero más problemas,
se dijo la huesuda,
aquí todo es desolación.
Inmediatamente se les apareció
a los huachicoleros
y una corretiza les dio,
tan rápido corrieron los delincuentes
que ni el polvo se les vio.
Hoy las cosas ya cambiaron
ya se respira paz y tranquilidad,
aquellos sujetos huyeron
y todo volvió a la normalidad.
La huesuda también disfruta,
pues la alegría y felicidad
a esta zona volvió.

CRISTHIAN MARTÍNEZ
El flamante Alcalde de Tula
muy sonriente estaba
pues más obras y calles inauguraba.
Todas las poblaciones recorría
y la gente muy amable le sonreía,
pues veían que muchas cosas hacía.
Tula por fin más bella lucía
y nuevas calles, mejor pavimentadas tenía.
Todo era felicidad y los tulenses
gran felicidad vivían,
sin embargo, la alegría poco duró
ya que la calavera desde lejos veía
y a carcajadas se reía,
pues en el panteón también obras quería.
Así que un buen día,
mientras el alcalde dormía,
un jalón de pies le dio
y al panteón se lo llevó.
Ya la gente llora y llora en Tula
pues sin el edil se quedó
y todo oscuridad se volvió.
Pero allá en el panteón la vida cambió,
pues muchas obras el edil construyó
y las calaveras felices están
porque Cristhian Martínez gran vida,
al camposanto le dio.

ALCALDESA DE TEPEJI
La muerte sin detenerse
un alma buena necesitaba,
y la alcaldesa de Tepeji
muy animada andaba,
pues su pueblo poco a poco
mejoraba.
Ya el miedo la invadía
pues sabía que la huesuda la buscaba
y a su morada la llevaría,
pues una mujer trabajadora quería.
Y por más que trató de esconderse,
hasta debajo de las piedras se metía,
la calaca la encontró
y al camposanto la llevó.
Muy desconsolada Tania Valdez está en su tumba
y los tepejanos lloran y lloran
por tan triste partida.

GOBERNADOR DE HIDALGO
Muy apurado el Gobernador Menchaca andaba,
corría, barría, y todo arreglaba
porque las lluvias grandes destrozos dejaron.
La gente mucho pedía y el gordito
abasto no se daba,
muy sonriente en todo se aplicaba
pero mucha más ayuda necesitaba.
Venga a ayudarme, le dijo a la parca,
porque abasto no me doy,
en cambio contigo el trabajo será mejor.
La huesuda diligente una mano le echó
y a un gran contingente de las suyas
sacó del panteón.
Ya una gran cantidad de calacas
en la faena le ayudan al gobernador
y los destrozos por las lluvias
van desapareciendo y todos felices
el trabajo van compartiendo.

